El asalto al capitolio que protagonizaron seguidores extremistas de Trump, instigados por él mismo el pasado 6 de enero ha tenido consecuencias socialmente devastadoras para Ivanka Trump y Jared Kushner. La pareja planeaba volver a su residencia en el exclusivo barrio neoyorquino de Manhattan cuando su familia tuviera que dejar la Casa Blanca, pero el rechazo de la jet de la Gran Manzana les hizo cambiar de dirección y poner rumbo a Miami. El pasado mes de diciembre, compraron una propiedad de Julio Iglesias, en Indian Creek – “el refugio de los milmillonarios”-, en la que planeaban instalarse con mayor tranquilidad entre sus iguales.
Sin embargo, el incidente político ha hecho que tampoco sean bien recibidos allí, llegando a rumorearse que el matrimonio sería excluido del exclusivo Indian Creek Country Club, cuyos miembros son más que selectivos: con tan solo un voto en contra del ingreso de la pareja en el club, bastaría para dejarles fuera. Eso si llegan a formalizar su petición. Tal y como indica Page Six, sería mejor que “Jared e Ivanka se vayan a almorzar con sus colegas ‘patriotas’ en Mar-a-Lago", la propiedad de Trump en Miami.
Ahora, la pareja parece estar evitando volver a ponerse en el centro de la polémica, y realiza excursiones por Miami en las que casi van de incógnito. Llevan mascarilla –un accesorio que no han utilizado demasiado durante gran parte de la pandemia– y se tapan la cabeza con gorras o sombreros que les protegen del sol, pero también de las cámaras de los paparazzi. O eso pretenden.
La familia al completo ha sido fotografiada bajando de su gran Chevrolet blanco estilo camioneta, con un vestuario relajado. Ivanka con sombrero de paja y camisa azul básica, con gafas de sol decorando en el pecho. Jared con bermudas en verde caqui y camiseta blanca básica, que ha conjuntado con una gorra de béisbol azul y una mochila informal a juego. Una prueba de que la pareja estaría intentando mantener un perfil bajo.
A principios de mes, cuando llegaron a Miami, algunos medios estadounidenses se hicieron eco del cartel gigante que pusieron en un camión que se desplazó por el nuevo barrio de la pareja, rememorando que Ivanka había llamado ‘patriotas’ a los insurrectos que atacaron el capitolio. Un residente le comentó a la revista Ok que “Miami es una zona muy liberal (…). Van a necesitar seguridad constante y van a irrumpir en la paz de cualquier lugar al que vayan”. Por ahora parece que su llegada no ha sido tan tranquila como esperaban.
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