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Iwan Molina ha estallado por completo en Pesadilla en el Paraíso. No solo protagonizando una de las broncas más bruscas de la convivencia con el foco de su enemistad en el concurso, Israel, sino que se ha abierto a sus compañeros confesando uno de los secretos que más le duele de su infancia y su vida reciente.
Una letrina ha sido el foco del conflicto entre Israel e Iwan en esta ocasión. Alguien había manchado la letrina al ir al baño y alguien tenía que limpiarlo por lo que Víctor Janeiro lanzó un dado al suelo abriendo el juego: quien menos sacara, limpiaba. Finalmente Israel tira un 2 y era el elegido, a lo que él se negaba por completo. «Pues nada, el miércoles te nominamos todos y nos lo quitamos de encima», apuntaba Iwan.
«Bueno no me echáis, al final quien manda es el público, hay gente que me quiere, que no me quiere. Pues como en tu familia. Hay gente que te quiere más y gente que te quiere menos», aseguraba Israel, un apunte con el que Iwan estallaba. «A mi familia ni lo menciones», gritaba al vidente al máximo señalándole.
Al día después, Iwan reunía a todo el mundo para pedir disculpas a todo el mundo por su comportamiento reconociendo que «he pasado una infancia y adolescencia jodida que me hace saltar, así que os pido perdón de corazón». En el debate, al visionar la bronca, el jugador de póker se arrepentía nuevamente de su reacción. «Sí que es verdad que mi reacción puede ser desmedida», ha asegurado Iwan rompiéndose totalmente en lágrimas al recordar un trágico hecho: «mi abuela ha muerto este año en Holanda no pude ir al entierro».
Desde el plató, el padre explicaba que «a los cinco o seis años nos separamos, estaba muy unido a él y le hizo mucho daño. Lo hicimos lo mejor que pudimos su madre y yo pero hizo mucho daño, es algo que tiene ahí. Fue a un terapeuta pero en el momento en el que algo le toca, se va, estalla, pero es muy buena persona».
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