En medio del huracán de noticias desatado por el anuncio de Meghan y Harry de su retirada como miembros de la familia real, los duques de Cambridge continúan con su vida. La mujer del príncipe Guillermo ha cumplido 38 años este jueves y lo ha celebrado acompañada de sus familiares más cercanos.
Los duques de Cambridge han vuelto a sus obligaciones reales, después de la tregua navideña en la que han podido disfrutar de algunos momentos más íntimos en familia. A lo largo de la semana, tanto Kate como Guillermo han tenido diferentes reuniones y compromisos, de la misma forma que estarán ocupados la semana que viene, cuando darán una recepción con el beneplácito de la reina Isabel II en el palacio de Buckingham. Pero el jueves lo tenían libre. La duquesa ha pasado su cumpleaños como a ella le gusta: rodeada de los suyos.
Puede que el matrimonio tuviera el día libre, pero los que seguro que estaban ocupados eran sus hijos mayores: Charlotte y George, de 4 y 6 años respectivamente, que han vuelto al colegio después de las vacaciones. Es por eso que la hora de la reunión no ha sido la de la comida. La familia ha esperado a que los niños hubieran vuelto del colegio para tomar el té y hacer una pequeña cena junto a ellos. Una celebración privada y sencilla, como le gusta a la cumpleañera.
La llegada de Kate Middleton al Kensington Palace fue bastante destacada. La duquesa llegó conduciendo su propio coche y en compañía del menor de sus hijos, Louis de Cambridge, sentado en la parte trasera del vehículo. Ella llevaba un plumas verde caqui con la cremallera naranja y Louis un abriguito de color azul marino y con capucha.
Entre los invitados, el único confirmado es el padre de la homenajeada, Michael Middleton. El abuelo de los niños llegó al palacio de Kensington en su propio coche, igual que su hija. Se especula también con la asistencia de otros miembros de la familia de Kate, como su madre o incluso sus hermanos; pero de ellos no hay fotografías.
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