Hoy ha tenido lugar la primera recepción oficial en el Palacio de Buckingham desde que diera comienzo la pandemia el pasado mes de marzo. Los duques de Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton, han ejercicio como anfitriones ante la visita del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y su esposa, Olena Zelenska, la Reina Isabel II continúa recluida en Windsor debido a la crisis del coronavirus y sus apariciones públicas son reducidas.
Para la ocasión, la royal británica ha decidido estrenar un diseño sofisticado y elegante, fiel a su estilo más clásico, firmado por una de sus diseñadoras fetiche, Emilia Wickstead. En delicado color azul, de manga larga, corte midi, cinturón a juego y falda con ligero vuelo, un vestido creado en exclusiva para Middleton. Con él no solo consigue resaltar su espectacular figura sino que además cuenta con una tonalidad que le favorece tanto a sus facciones como a su tono de pelo.
Unos sencillos stilettos en color nude han sido su elección para completar el estilismo. En cuanto a joyas, Kate ha elegido un colgante con un espectacular zafiro en color azul rodeado de diamantes. Para el peinado, la británica ha optado por dejar el cabello suelto acompañado de ondas muy ligeras y naturales. Una elección acorde con el estilismo, elegancia en estado puro.
Podríamos hablar del primer gran acto de la duquesa de Cambridge en términos protocolarios desde su vuelta de vacaciones de verano. En las últimas semanas, Middleton había acudido a múltiples compromisos pero ninguno de ellos de tal magnitud, y sus apuestas estilísticas en clave casual así lo confirmaban. Hoy, tras meses de espera, hemos vuelto a verle brillar con un vestido de gala, un nuevo acierto para Kate Middleton.
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