Puede que Kate Middleton tenga un enorme grupo de personas a su servicio dispuestas a hacerle la vida más fácil. Ventajas de ser la mujer (y la madre) de dos futuros reyes de Inglaterra. Pero eso no impide a la duquesa de Cambridge implicarse de vez en cuando en pequeñas tareas domésticas, sobre todo aquellas relacionadas con hacer felices a sus hijos George, Charlotte y Louis.
Lo demostró el pasado Halloween, cuando un grupo de clientes de unos grandes almacenes no podía creerse que la mujer del [príncipe Guillermo](http://www.revistavanityfair.es/tags/guillermo-windsor/3720) hubiese entrado para buscar ella misma los disfraces con los que los pequeños royal iban a celebrar horas después el festivo.
Algo similar a lo que sucede con la inminente llegada de la Navidad, otra fecha clave para cualquier familia con hijos. De ahí que Middleton sea incapaz de delegar en otros la decoración del palacio de Kensington, donde hasta el último detalle tiene que tener su visto bueno. Sobre todo el árbol, que debe tener unas características muy especiales para que los Cambridge le cedan un lugar privilegiado dentro de su residencia.
Eso es al menos lo que Kate reveló a un grupo de escolares británicos a los que hoy ayudó a elegir los pinos de Navidad que decorarán su colegio. Un compromiso más dentro de su agenda que Middleton se tomó muy en serio hasta en la elección de su ropa apareciendo con un look informal de abrigo rojo y jersey de lana verde, los colores típicos de estas fechas.
“Nada más llegar, Kate Middleton preguntó a qué árboles se les caían las agujas de las ramas y a cuáles no. También cuáles eran los que olían mejor”, desveló a los medios Roger Brill, dueño del vivero donde la duquesa pasó unas horas en compañía de esos niños.
Al parecer, estas características son muy importantes para Middleton, que también reveló a este experto en árboles de Navidad que en Kensington ella siempre pone un abeto de la especie Nordmann, ideal para interiores porque sus hojas nunca se caen y por el agradable aroma a bosque que deja en la casa.
Después de supervisar la elección, la visita continuó con Kate ayudando a decorar el espacio para, después, ofrecer un chocolate caliente a esto niños, que estuvieron encantados de conocer la faceta más maternal y cercana de la duquesa gracias a la ONG Family Action. Una organización benéfica que ayuda a familias en peligro de exclusión y de la que Kate se ha convertido en patrona después de que la propia reina Isabel II le cediera su puesto tras hacerlo ella durante los últimos 65 años.
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