Aunque desde el pasado agosto hay una nueva personita en casa que se lleva todas las atenciones del mundo, su hija Daisy Dove; hoy Katy Perry no ha querido olvidarse de su prometido Orlando Bloom. ¿La razón? Que el actor acaba de cumplir 44 años, su primer cumpleaños desde que se convirtiera en padre. Una fecha muy especial que la cantante ha querido celebrar compartiendo con sus seguidores varios fotos de la pareja en la intimidad nunca vistas antes.
“Quiero desear el más feliz 44 cumpleaños a mi amor, brillante padre de mi Palomita y, sobre todo, el espejo reluciente que ve y refleja todo lo que yo no puedo”, escribe Perry en su perfil de Instagram junto a una decena de imágenes inéditas sacadas del carrete de su móvil personal entre las que vemos a Orlando jugando con unos patitos, a la pareja haciéndose un selfie en el espejo mientras se lavan los dientes, varias fotos de recuerdo de su último viaje a Egipto y, como colofón, un posado de ambos cuando la cantante estaba en avanzado estado de gestación.
“Me alegro mucho de que mi luna haya encontrado a su Sol. Te amo más que a nada en este mundo”, terminaba su mensaje la autora de singles como Roar o Dark Horse recordando el difícil camino que han tenido que recorrer ambos como pareja hasta encontrar la estabilidad.
Y es que aunque ahora se muestren felices e incluso hayan sellado su amor con el nacimiento de una hija, hay que recordar que ambos rompieron hace un par de años porque su romance no estaba funcionando. Un descanso de varios meses que, como dirían Ross y Rachel en Friends, más que rematar una historia de amor imposible sirvió para que ambos se dieran cuenta de lo mucho que se querían.
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Tanto que después de que hubiera rumores sobre su vuelta sin confirmar, la pareja sorprendió a todo el mundo no solo reapareciendo juntos por sorpresa en la alfombra roja del estreno de Carnival Row, una serie que protagonizó Orlando Bloom, sino también anunciando poco después que se habían comprometido el Día de San Valentín de 2019.
Eso sí, la idea nunca fue casarse de inmediato. Ya que iban a dar el paso, querían hacerlo bien y prepararlo con tiempo. Pero entonces llegó el embarazo, luego una pandemia mundial y así seguimos hasta hoy: esperando. Aunque a juzgar por las palabras de Perry, no parece que ninguno de los dos se haya arrepentido de la idea de convertirse en marido y mujer. Seguro que cuando por fin podamos dar por concluida esta crisis sanitaria y recuperemos la normalidad, nos darán la sorpresa. Ojalá antes de lo que esperamos.
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