Podemos ir volviendo al cine. Y ya que vamos que sea para algo bueno. Se están proyectando en las salas algunos clásicos. Por ejemplo, ‘Dersu Uzala’, de Kurosawa. Le gusta a la Princesa de Asturias, ¿no le va a gustar a usted? 1902, una expedición del ejército ruso con la misión de explorar Siberia bajo el mando del capitán Vladimir Arseniev.
Este se hace amigo de Dersu Uzala, un cazador que los guiará a través de la tundra. Un hombre de firmes valores. Años después vuelven a unirse. Ya está mayor y ve poco. Arseniev se lo lleva a vivir a la ciudad pero no se adapta y decide volver al bosque. Ritmo lento (sobre todo la segunda parte) en esta hermosa historia de amistad.
Refugiados en el desierto
Sale Cate Blanchett. También es una de las creadoras (junto a Elise McCredie y Tony Ayres) de ‘Desplazados’, miniserie australiana sobre refugiados en Netflix. Una azafata que huye de una secta, un padre de familia que huye de Afganistán, un hombre que deja una birria de trabajo, un burócrata con un escándalo nacional detrás. Cuatro personas que coinciden en el desierto australiano, en un centro de detención de inmigrantes.
No es Blanchett la única estrella. Ni la más rutilante, que ahí anda Yvonne Strahovski (la señora de ‘El cuento de la criada’). O Dominic West (‘The Wire’, ‘The Affair’). Los guiones son de Elise McCredie y Belinda Chayko. Dirigen Emma Freeman y Jocelyn Moorhouse. Un mujerío que para qué.
El Bayly más divertido
Jaime Bayly (Lima, 1965) es una señora y él mismo con el nombre de Jimmy Barclays. En ‘Yo soy una señora’ (Alfaguara) se intercalan relatos con ambos de protagonistas. Textos ya publicados en diarios y revistas americanos. Un hombre maduro, pasado de kilos, con una mujer y una hija viviendo en Miami y trabajando en la televisión. Y una señora muy de derechas casada con un tal Silvio, su tercer marido, veinte años menor, “un potro insaciable”.
Dos puntos de vista y la misma realidad. Con el impudor habitual de su autor. Con buenos diálogos. Gente delirante. Su madre, la primera. Ironía y muy poca vergüenza al contar los detalles más escabrosos o escatológicos de su vida. Quizá no sea ‘Los últimos días de La Prensa’ o ‘No se lo digas a nadie’, pero es lo más divertido de Bayly en años.
Poe, maestro de detectives
Auguste Dupin es la inspiración de Sherlock Holmes y Hércules Poirot. Periférica acaba de editar la trilogía de Edgar Allan Poe sobre el diletante Dupin. Eso que Poe llamaba “cuentos de raciocinio”. Bajo el título de ‘Los misterios de Auguste Dupin, el primer detective’ se recogen ‘Los asesinatos de la rue Morgue’, ‘El misterio de Marie Rogêt’ y ‘La carta robada’. Poe crea un nuevo género literario, el policíaco. Con un héroe que es a la vez un científico y un dandi excéntrico. Un género seguido por los clásicos posteriores: el inteligente detective, su amigo y el descubrimiento del pastel con un razonamiento.
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