¿Alguien entiende a Adara Molinero más allá de que pudiera estar siguiendo una estrategia maestra para llevarse el dinero del maletón final de ‘GH VIP 7’? Si la semana pasada era Gianmarco Onestini el que se iba destrozado de Guadalix de la Sierra tras ver cómo esta elegía y optaba por el padre de su hijo, Hugo Sierra (con este pedazo de beso romántico incluido), esta último, anoche, debió de flipar desde su casa…
El miércoles a última hora, Gianmarco entraba de nuevo en el ‘reality’, pero solo para pasar la noche con Adara. La aprovecharon. Damos fe. Porque ayer se proyectaron los vídeos de todo el cariño que fueron capaces de darse en esas horas, y a Hugo, si estaba cenando, le debió de causar una indigestión.
Si bien es cierto que la noche fue algo fría, alrededor de las nueve de la mañana despertaba con ellos la pasión y se besaban por todos y cada uno de los rincones de la casa. Adara relataba al resto de finalistas que «la noche que viví no cabe en un vídeo, fue una película«.
Elena, su madre, desde el plató, salvaba los muebles como buenamente podía: «Se gustan mucho y al final, si se lo ponemos en bandeja… Ella lleva controlándose mucho tiempo y, sobre todo, está muy falta de cariño, se mezcla una cosa con la otra y al final, sale esta pasión». ¿Cómo le habrá sentado esta nueva puñalada de su suegra a Hugo?
Lo que va haciendo falta ya, es que Adara salga de la casa, tenga la conversaciones pertinentes y aclare sus sentimientos, porque este triángulo amoroso se está convirtiendo en una auténtica tortura para todos y cada uno de sus vértices. Eso sí… ¡qué viva el ‘show’!
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