Cualquier fan de Harry Potter no dudaría en volver a estudiar al ver las fotos del internado donde la princesa Leonor cursará primero y segundo de bachillerato. El exclusivo UWC Atlantic College de Gales, en el Reino Unido, miembro del movimiento Colegios del Mundo Unido ha sido el lugar elegido para que la futura reina de España se prepare antes de ir a la universidad.
Lo llaman el Hogwarts para hippies, cuenta con Amal Clooney entre sus apoyos, tiene tantos estudiantes becados como ricos y una orientación verde y progresista que nada que nada tiene que ver con el internado donde estudió el rey Felipe en 1984. Si la infanta Sofía seguirá los pasos de su hermana en breve… eso ya es otra historia (aquí te contamos por qué, a veces, ser la segunda en la línea de sucesión tiene sus ventajas).
Leonor se irá de casa en septiembre, tal y como lo hizo su padre en su día. No sabemos qué le habrán dicho los reyes ante su partida, lo que sí tenemos claro fue el mensaje que le dio el rey Juan Carlos I al entonces príncipe de Asturias cuando abandonó Palacio: «Cualquier cosa que hagas la van a mirar con lupa». Si Don felipe o «Flip» como lo llamaron en los años venideros en el internado (decir «Felipe» en Canadá suponía misión imposible) hizo alguna gamberrada, nunca se supo.
El férreo control sobre el heredero a la corona española se encargó de que nada inpropio trascendiera. El Gobierno Canadiense se hizo cargo de la seguridad del royal, es más, un agente de la Real Policía Montada vivía en el colegio, justo en la habitación de enfrente del rey. Por si fuera poco, Don Felipe viajó acompañado de un equipo de seguridad española y un militar se hacía cargo de las posibles dudas que pudieran surgir con respecto a su educación en el colegio.
Don Felipe tan solo tenía 16 años cuando puso rumbó al elitista Lakefield School en Canadá junto a su madre, la reina Sofía. Allí la reina se dedicó a supervisar los estudios que cursaría su hijo junto al que había sido su tutor en el Colegio Rosales, Manuel Terán. Así fue cómo comenzó la nueva vida de Don Felipe, que fue el único royalen el internado durante esos años, aunque siete antes había estudiado allí el príncipe Andrés de Inglaterra.
Fue un alumno más: no gozó de ningún privilegio. Se levantaba a las siete de la mañana, hacía, al menos, dos horas de deporte al día (fútbol, tiro con arco, piragüismo, hockey sobre hielo y críquet eran los más recurrentes) y compartía habitación con otro alumno, Christopher Dennis, hijo de un agente de bolsa de Toronto con el que el rey ha mantenido cierta relación a lo largo de los años. Cada dos semanas tenía que levantarse a las 5.30 de la mañana como culaquier otro alumno para vigilar que los niños castigados el día anterior cumplieran con su castigo: una hora de footing.
El rey recuerda esos años con cariño según afirman diversas fuentes, sin embargo, tal y como explicó Sabino Fernández Campo, secretario de la Casa Real, para El Mundo en aquellos años, fue una experiencia dura para el rey, «aprender a buscarse nuevas amistades en un lugar lejano, en el que se hablaba otro idioma y él era menos conocido que en su país, donde podía estar rodeado de atenciones y, a veces, hasta de aduladores no siempre convenientes” no fue tarea fácil.
Después de su estancia en Canadá, el rey comenzó sus estudios en escuelas militares (algo que no sabemos si Leonor también hará en el futuro), y con una mayor libertad y autonomía, también empezó a encontrar el amor. Isabel Sartorius fue la primera en conquistar su corazón… pero la historia sobre su primer fracaso amoroso en clave royal, mejor la tratamos otro día.
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