Los miedos, las inseguridades y la disparidad de respuestas sobre del coronavirus, se propagan estos días en los medios de comunicación y en las conversaciones casi a la misma velocidad que una enfermedad que ya ha sido calificada por la OMS como pandemia. Uno de los últimos positivos confirmados en nuestro país es el de Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja de Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Infectada ella, él ha tenido que someterse a un régimen de cuarentena al que, presuntamente, también deberían acogerse aquellas personas que hayan estado en contacto con Montero en los últimos días. Y entre las personas que han compartido espacio con la ministra se encuentra la Reina Letizia.
Ambas acudieron a una mesa de trabajo de APRAMP, una asociación para la prevención, reinserción y atención de la mujer prostituida. Un acto que tuvo lugar el viernes. Es decir, menos de esas dos semanas de rigor que reza el protocolo establecido que deben haber pasado desde el contacto con un contagiado para que se descarte que puede haberse adquirido el virus.
¿Habrá llegado el coronavirus a La Zarzuela? Lo cierto es que no sería la primera ‘royal’ en sufrir las consecuencias de la epidemia. La casa real de Mónaco ya ha anunciado que se suspende, por primera vez en la historia, el Baile de la Rosa. Y Carlos de Habsburgo-Lorena, ha dado positivo. Sin embargo, conocemos que, tanto doña Letizia como el Rey Felipe y sus hijas, se han sometido a la prueba para detectar si están contagiados o no.
Tras anunciarse por medios oficiales que Irene tenía el coronavirus, ella misma lanzaba un mensaje en Twitter para traquilizar a la gente, asegurando que permanecería en su casa, con su familia, y que trabajaría desde allí hasta que cumpla con ese periodo de aislamiento.
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