La mala relación entre los hijos de la duquesa de Alba no es un secreto. Principalmente, porque tanto Cayetano como Eugenia Martínez de Irujo han puesto sobre la mesa que la misma se rompió hace tiempo (los motivos). Pero, por si alguien tuviera alguna duda, se volvió a escenificar en la noche de ayer.
El conde de Salvatierra recibía la Medalla de Honor de la Real Academia Española de Medicina de manos del Enrique Moreno González, académico de la institución que otorgaba el reconocimiento y el encargado de operarle hasta en nueve ocasiones por los problemas intestinales que arrastra desde hace tiempo.
Entre los presentes en una noche tan importante para él, tan solo uno de sus hermanos. El mismo que acudió a verle al hospital en sus últimos ingresos. El único con el que parece seguir teniendo una relación fraternal. Fernando sigue aceptando sus invitaciones y acudiendo a sus llamadas. Del resto, ni rastro. Y no parece que vaya a haber una reunión a corto plazo que haga que el panorama mejore.
Sin embargo, Cayetano pudo llenar ese vacío (se sabe que Carlos, duque de Alba, fue invitado al evento; y también que le coincidía con otra cita en su agenda, junto a la Reina Sofía) con otros familiares, entre ellos, sus hijos. La madre de estos y ex del jinete, Genoveva Casanova, también quiso arroparle. Como lo hizo su actual pareja, Bárbara Mirjan.
Aunque quizás, de entre toda la lista, quien más llame la atención sea Alfonso Diez. El viudo de la duquesa de Alba sabe lo que es sentirse arrinconado. Puede que esa empatía y el recuerdo a doña Cayetana, que estaría orgullosa de este reconocimiento, le llevaran a mitigar la soledad de Cayetano.
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