Liberto Rabal: de chico Almodóvar a trabajar en IKEA

En los años 90, emergía en la escena española un joven llamado Liberto Rabal. Efectivamente, estaba emparentado con el mítico Paco Rabal. Era si nieto. Sobrino de la también artista Teresa Rabal. Tenía ejemplos de sobra en casa para mamar las artes escénicas. Así que, empezó a meter cabeza en cine.

Liberto, que había hecho alguna incursión de niño (tuvo presencia en un capítulo de la serie ‘Fortunata y Jacinta’ y en otro de ‘Los desastres de la guerra’, así como en la película ‘Los santos inocentes’),veía a mitad de los años 90 cómo su carrera parecía despegar. Sobre todo, cuando en 1997 fue nominado al Premio Goya como mejor actor revelación por su papel en ‘Tranvía a la Malvarrosa’.

De hecho, llegó a ser chico Almodóvar. El cineasta manchego se fijó en él para darle un papel en ‘Carne trémula’ (estrenada en ese glorioso, para él, 1997). ¿Se podía estar mejor posicionado para lanzarse al estrellato?

Sin embargo, con el paso de los años, lo que parecía ser un futuro prometedor actuando, se fue diluyendo. Sí, quizás los más nostálgicos le recuerden en un par de capítulos de ‘Amar en tiempos revueltos’ hace diez años, pero lo cierto es que, finalmente, tuvo que buscar otro camino para ganarse la vida.

Si alguien, en algún momento, se ha preguntado qué fue de él, la respuesta es que, ahora, es dependiente de IKEA. Concretamente en la tienda que la cadena de decoración sueca posee en la madrileña y céntrica calle Goya. Allí, alejado de los focos y de esas alfombras rojas que llegó a pisar, realiza su labor como uno más. Refugiado en el anonimato.

Ha sido ‘LOC’ quien ha desvelado a qué se dedica Liberto. Aseguran que se lleva bien con sus compañeros y que se encarga de realizar los pedidos y gestionar las peticiones de los clientes. Una tarea que le permite tener una vida ordenada, no como años atrás en los que su familia tuvo que sobrevivir con uno o dos euros al día.

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