Contratar a un actor para que aparezca en una saga cinematográfica siempre es un riesgo. Sobre todo porque te arriesgas a que durante los años en los que se ruedan todas las películas pase algo que te obligue a sustituirlos con el consiguiente enfado de tu base de fans.
Algo que por desgracia comprobaron en primera persona los estudios Warner Bros, encargados de adaptar los libros de Harry Potter al cine y que tuvieron que llamar a Michael Gambon para que se metiera en la piel de Dumbledore después de que el actor que lo interpretó en las dos primeras entregas, Richard Harris, falleciera de manera repentina.
Claro que una cosa es que ocurra una desgracia imprevisible como esta; y otra muy distinta lo que ha ocurrido con Johnny Depp en la saga Animales fantásticos, que ha tenido que ser despedido después de perder un juicio relacionado con su exmujer Amber Heard.
Un trastorno no tanto para él, que va a cobrar íntegramente su sueldo sin tener que rodar una sola escena; como para Warner, que cerca de empezar a rodar la tercera entrega de esta serie de películas ambientadas en el universo Potter ha tenido que buscar un nuevo actor dispuesto a meterse en los zapatos de Depp con todos los riesgos que eso conlleva.
Porque no hablamos solo de que te comparen con una de las estrellas más famosas del séptimo arte, sino de tener que lidiar además con los insultos de la inmensa base de fans que tiene Johnny incapaces de entender la caída en desgracia de su ídolo. Vamos, que lo que en teoría es una oportunidad de oro para cualquier actor podría acabar siendo un regalo envenenado.
Pero lo que Hollywood quiere, Hollywood lo consigue. Y por eso hoy, después de una ardua búsqueda y no sabemos cuantos millones sobre la mesa, se ha confirmado que finalmente será el actor danés Mads Mikkelsen el encargado de interpretar al malvado mago Grindelwald en el resto de la saga.
Una elección que en principio no debería enfadar nada a los fans de Depp, ya que hablamos de uno de los mejores actores de Europa, galardonado en el prestigioso festival de Cannes, cuyo particular rostro el cine estadounidense solo ha aprovechado para ofrecerle papeles de villano en películas como Casino Royale o series como Hannibal. Está claro que con Animales fantásticos no se saldrá de ese registro, pero a cambio su cuenta corriente aumentará varias cifras.
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