Durante los tres días que ha durado su visita a Nueva York, Meghan Markle ha apostado por looks working en colores neutros intentando que su ropa no robara protagonismo a los destacados actos en los que han participado, como su presencia en el Global Citizen Live, su reunión en la ONU y su visita al monumento del 11-S junto a Bill de Blasio. Estilismos con prendas básicas y complementos capaces de elevar el look: esa ha sido la fórmula por la que también ha apostado a su regreso a California luciendo unas bailarinas de Chanel.
Meghan ha sido fotografiada tras descender junto al príncipe Harry del jet privado que les ha trasladado de Nueva York a California. Un viaje para el que Meghan ha escogido un look cómodo y casual: pantalones negros, jersey beige y bailarinas negras con puntera beige de Chanel, un clásico con el que Meghan da un twist diferente a este look.
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Esta no es la primera ocasión en la que vemos a Meghan apostando por uno de los modelos más cómodos de Chanel. La royal también apostó por este icónico calzado en el verano de 2020, cuando lo combinó con un veraniego vestido color crema de bajo asimétrico y una gran pamela de rafia para un día de recados por Los Ángeles.
Para su visita a Nueva York, Meghan ha hecho de los complementos su carta maestra para acertar. Allí la hemos visto con un total look en negro; un estilismo de pantalón y chaqueta oversize en color burdeos; un estilismo con abrigo, pantalón y blusa en beige, y un vestido blanco de Valentino, estilismos que ha elevado con unos salones negros de Aquazzura, unos salones rojos de terciopelo de Manolo Blahnik, su inseparable reloj Tank de Cartier, herencia de Lady Di, y el bolso negro Lady Dior que la maison Dior lanzó en 1996 en homenaje a la princesa.
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