- Marc Clotet y Natalia Sánchez son padres de dos hijos, Neo y Lia, de un añito.
- La pareja daba la bienvenida a su segundo hijo el pasado 19 de mayo.
- La actriz ha contado cada detalle del primer encuentro entre sus dos hijos.
Natalia Sánchez es una de las actrices más queridas de nuestro país y no es para menos, pues podemos decir que la hemos visto crecer. A la intérprete la conocimos hace ya 17 años en la serie ‘Los Serrano’ donde daba vida a ‘Tete’. Ahora esa niña se ha convertido en una mujer extraordinaria que disfruta con cada uno de los momentos que la vida nos regala. La actriz, junto a su pareja, el también actor Marc Clotet, ha formado una bonita familia que el pasado 19 de mayo sumaba un nuevo miembro con la llegada de Neo, el segundo hijo de los jóvenes.
Natalia compartió una bonita instantánea del momento en el que tuvo a su hijo, que se hizo de rogar, por fin en sus brazos. Y ahora, casi una semana después ha querido compartir con todos sus seguidores uno de los momentos más mágicos: el primer encuentro de sus dos hijos. En la instantánea aparece Natalia con Neo en brazos y la pequeña Lia muy feliz con la llegada de su heramanito en sus piernas, deseando achuchar a su hermano. Junto a la instantánea la actriz ha querido describir cómo se produjo el momento y las sensaciones que tuvieron lugar en este instante.
«Lia, este es Neo✨He vivido pocos momentos tan emocionantes como este. Al llegar a casa del hospital, Marc fue a recoger a Lia a casa de sus “avis”. Yo esperaba en el salón de casa, impaciente, como una niña la noche de Reyes y Neo dormía en la habitación para que yo pudiera recibir a Lia. Nada más escuchar la cerradura de la puerta rompí a llorar…¡Empezamos bien! pensé.🤦♀️ Estaba tan nerviosa y emocionada a la vez… Era la primera vez que me había separado de ella 24h desde que nació y, claro, ella estaba tan contenta pero yo pensaba que, para entonces, ya me habría dejado de querer y me odiaría, por supuesto, por haber tenido otro hijo (si, así de melodramáticas somos algunas…🤷♀️). Cuando atravesó la puerta del salón y la vi… Dios mío…¡QUÉ MAYOR! De pronto era una niña enorme, altísima, que ¡bien podría estar llegando de la universidad!(insisto, el melodrama es lo mío.🤦♀️). Según me vio, vino corriendo a mi pecho. Me miró y, sin soltar el pecho (claro), me sonrió como si nada hubiera pasado…¡Bien! ¡Me sigue queriendo! pensé. Y volví a llorar. Las dos reímos.
Mi niña…tan grande y tan pequeña a la vez…
Tras tener nuestro momento le dije que en la habitación estaba Neo y que le había traído una muñeca muy bonita (la idea era que la llegada de Neo no fuera la única “novedad” del día así que cogimos la más hortera que encontramos en la tienda del hospital 🤷♀️)”¿Quieres ir a la habitación a conocerles?” Ella asintió emocionada.
Al entrar en la habitación se quedó pasmada.
Me agarraba la mano fuerte y no sabía muy bien a quién mirar, si a la muñeca o a Neo. Le dije: tú coge a la muñeca, yo cojo a Neo y vamos al sofá ¡corre! Aceptó.
Ya en el sofá volvió a poner su atención en Neo. Se acercó, le tocó suavemente los pies y, en cuanto Neo se movió, ella quitó la mano corriendo y rió nerviosa.
Supongo que no esperaba que ese “muñeco” se moviera y estuviera calentito…Todos reímos(un poco nerviosos, también). Después, y por iniciativa propia, volvió a cogerle suavemente los pies, esta vez para darles un beso. Yo volví a llorar. Ya somos 4… Fin.❤️».
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