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La vida de Omar Montes es la de un chico de barrio que teniendo todas las papeletas para engancharse a la droga o a la bebida, supo sortear esos peligros con voluntad, aunque tuvo que pagar un alto precio al ser acosado por los jóvenes de su barrio y por sus compañeros de colegio que le llamaban ‘moro, gordo y orejón’. Le salvó el boxeo, que le enseñó a canalizar la rebeldía y a asumir las derrotas. Gracias al deporte y a su familia, su madre (al padre le veía poco) y sus abuelos maternos, ha logrado una estabilidad emocional que le ha permitido hacer realidad sus sueños. El Omar que tengo ante mí, es un chico humilde, más listo que la mayoría y solidario. Un artista al que pueden conocer más a través del documental que puede verse, desde el pasado 14 de noviembre, en Amazon Prime.
Omar, con su carisma, habrá partidos políticos que le han querido fichar.
En política sí que me han hecho varias propuestas, pero todavía no me he decidido por ninguna, porque soy muy joven, y creo que no me respetarían si fuera Presidente. Aunque hay mucha gente que quiere verme ahí para solucionar los problemas que tiene esta sociedad. Yo ahora no tengo tanto tiempo y voy a dejarlo para más adelante.
Supongamos que llega a Moncloa, ¿qué medidas tomaría de inmediato?
Mi prioridad es que todos los colegios, hasta el mejor, sean gratis, porque la educación tiene que ser gratuita e igual para todos, para que los niños puedan formarse bien. También visitaría los barrios marginales de las grandes ciudades.
¿Con qué propósito?
Porque es donde se pinchan los yonkis. Yo les pondría expertos, especialistas gratis, para que les curen porque la adicción a la droga es una enfermedad. Hay que estudiar las circunstancias de cada uno de ellos para saber por qué están ahí, qué problemas les llevan a engancharse a la droga.
¿Algo más?
También recogería a esos niños que están tirados en la calle, que yo los he visto por el centro de Madrid, viviendo una situación que en verano pueden soportar, pero en invierno con el frío, no. Hay que hacer más albergues.
¿Qué haría con los inmigrantes?
Formaría y ayudaría a esas personas que vienen a España en busca de una vida mejor porque han tenido problemas en su país.
«Los okupas se han metido en casa de mi padre y no hay manera de echarles»
¿Algún otro problema que le gustaría resolver?
El de los okupas. Un problema que conozco porque se han metido en casa de mi padre y no hay manera de echarles. Un hombre que lleva toda su vida trabajando para tener dos pisitos, y así poder vivir mejor cuando se jubile. Si yo no existiera, mi padre no podría comer.
¿Cuál es la solución?
Yo lo erradicaría con una ley que proteja a la gente mayor, que han ahorrado toda su vida para tener donde vivir. Cuando mi padre llamó a la policía para denunciar a los okupas, se lo llevaron a él, y lo tuvieron en la comisaria toda la mañana.
Pide cosas muy sensatas.
Porque son las que vivo, las que vive mucha gente que no tienen quienes les defiendan por falta de medios.
¿De quién ha heredado tanta sensibilidad?
La tengo desde pequeño porque como me han acosado tanto, siempre me pongo en el papel de la persona débil que no puede defenderse.
A los que ha ayudado, ¿se lo han agradecido?
La mitad no, pero yo hago las cosas porque quiero, no para que me lo agradezcan. A mí quien me tiene que recompensar es Dios al ver que he hecho buenas acciones.
Sigue viviendo en su barrio, Pan Bendito, ¿por qué?
Aunque es un barrio muy humilde, es donde me he criado, donde me han enseñado muchos valores, cosas buenas y cosas malas. Y ahora, porque tenga dinero no voy a renunciar a mi barrio. Me considero una persona humilde, normal, y pese al dinero quiero seguir viviendo allí.
¿No le apetecería vivir en La Moraleja, por ejemplo?
No. Muchos cantantes se han ido a vivir a Miami, pero qué hago yo allí, me aburriría muchísimo, tan lejos de mi familia…
¿Siempre tuvo la certeza de que triunfaría?
Sí, lo sabía, porque siempre he estado conectado con el más allá, que me decía: «tú, Omar, vas a llegar donde te propongas». Como me gustaba cantar, quería ser el número uno de los cantantes españoles y, desde el año pasado, lo soy.
Pese a las dificultades, ¿no pensó en tirar la toalla?
Nunca. Todos los días, en algún momento, te invaden pensamientos pesimistas, como: tengo que dejar esto y busco otra cosa más fácil. Claro que te lo replanteas, pero hay que luchar hasta el final por tus sueños. Y el que la sigue la consigue.
No solo ha triunfado en la música, también en realities como ‘Supervivientes’ o ‘GH’.
Eso no es fácil, porque estar en una isla desierta durante tres meses es duro; no comer es horroroso.
¿Qué aprendió en la isla?
Aprendí a sobrevivir, y es duro.
«Robé una caja de pañales porque mi hijo los necesitaba y yo no tenía dinero para comprarlos»
Ha dicho: yo tuve que robar para dar de comer a mi hijo.
Si vas a robar a otra persona, no está justificado; ahora bien, si robas una caja de pañales en unos grandes almacenes, tampoco se van a arruinar, y está justificado porque mi hijo los necesitaba y yo no tenía dinero para comprarlos. Yo no me he metido en ninguna casa a robar o a hacer daño a otra persona.
No se ha drogado, viviendo en ambientes donde se consumía.
Hay gente que lo hace por gusto, yo lo odio porque he visto a amigos en un estado muy raro después de consumir, se ponían eufóricos, agresivos, y no me gustaba ese estado en el que les ponía la droga. Es horroroso.
¿Qué le enseñó el boxeo?
A renacer como el Ave Fénix.
Ha recibido muchos golpes.
Ufff! No sabes cuántos. La vida no me ha tratado como yo me merezco, te lo digo así de claro, porque yo soy un ser de luz, pero también es cierto que sin todas esas cosas malas que me han pasado, hoy no sería quien soy.
¿Quién es?
Omar Montes, el principito.
Ha publicado un libro, ha grabado un documental, tiene discos de éxito. ¿Cuál es su próxima meta?
Hacer una película con Santiago Segura. Me hubiera gustado trabajar en ‘Torrente’, pero no creo que haga más, porque se ha quedado muy delgado. Me mola mucho la de ‘Padre no hay más que uno’. Alguna cosa podremos hacer juntos porque me gusta mucho todo lo que hace Santiago Segura, y yo quiero ser actor.
¿Con qué valores educa a su hijo?
Los valores de la calle: hacer bien a todo el mundo, no ser chivato, ayudar, proteger a la gente más desfavorecida… No muchas cosas más, pero esas sí son importantes porque hay que cumplirlas.
¿Le gustaría tener más hijos?
Seguro que sí.
¿Con Lola, su pareja?
Nunca se sabe.
¿Quién pone la letra y la música a sus canciones de tanto éxito?
Es verdad, porque de un año para acá son un éxito todas las canciones que saco. Yo tengo mi grupo que me ayuda, pero tanto la letra como el título los pongo yo.
¿Componer es una necesidad para usted?
Sí, yo necesito componer, necesito estar siempre en la composición, ya que si yo no compongo mi propia letra no puedo cantarla porque a mí me tienen que dar el ninoni ninoni, las letras dan igual, tampoco le doy mucho a la cabeza con las letras.
«Se compone mejor si estás enamorado pero también si te deja la novia»
La letra es lo interesante, lo que llega al corazón de la gente.
Para letras bonitas tienes el Pop, un montón de cantantes maravillosos a los que puedes escuchar porque la música es muy extensa, pero si escuchas a Omar Montes, es para bailar, para pasarlo bien, para perrear. No para ponerte romántico.
¿Se compone mejor enamorado?
Mejor si estás enamorado, pero también si te deja la novia: son momentos cruciales. Yo ahora estoy deseando tener una novia que me deje, para sacar disco.
¿Ha sufrido por amor?
Seguro, todos sufrimos por amor. Enamorarse es horroroso porque nos rompen nuestro pequeño corazón.
¿Hasta el punto de llorar?
Por supuesto, yo he llorado por amor, y por desamor. Aunque, si te soy sincero, no soy de lágrima fácil. En cambio, viendo películas románticas es más fácil que llore.
¿A quién escuchaba de pequeño?
Me gustan los artistas americanos.
¿Con quién le gustaría hacer un dúo?
Con Julio Iglesias, porque es un gigoló.
¿Julio, gigoló?
Sí, un tío grande, tiene que ser la hostia colaborar con un tío tan grande como Julio Iglesias. ¿A ti te gusta Julio?
«Aquí tengo a mi abuela y a mi hijo, irme tan lejos como Miami, no»
Es uno de mis cantantes favoritos, y le conozco.
¿Sí?, y ¿por qué no me lo presentas? ¿Ves? lo que te decía antes, Julio se fue a Miami y ha triunfado en el mundo entero.
Usted tendría que irse si quiere triunfar a nivel internacional.
Se van todos, ahora se va Pitingo, porque tienes razón, ahí es donde se te abren todas las puertas. Yo lo sé, pero tengo aquí a mi abuela que vive en el piso que está junto a mí, y a mi hijo, irme tan lejos, no.
¿No es ambicioso?
No me ha hecho falta, pero si suena la flauta con alguna de mis canciones y mañana soy el mejor del mundo… Pero no será porque me tenga que ir a vivir a Miami. Mira, Rosalía es como yo, tiene el mismo rollo y está triunfando mucho.
¿Le han hecho propuestas tentadoras?
Muchas, pero no me voy.
La televisión le quiere, lo ha demostrado.
No he estudiado esas cosas porque tampoco tengo tanto tiempo, yo creo que la única fórmula que hay es tratar a la gente como te gustaría que te trataran a ti.
No todos los famosos lo son.
Porque la gente cuando llega a un nivel, se endiosa y se vuelven mal educados. Yo lo sé porque he trabajado en seguridad de un club y venía gente grande y eran mal educados, cosa que yo no soy. Soy incluso más grande que esos a los que protegía.
¿Cómo ha aprendido a gestionar la fama?
Es innato. Sobre todo, cuando voy al pueblo donde vive mi hijo con su madre: un día estábamos dando un paseo y me arrimé a un kiosco de esos de feria a disparar un peluche, y cuando miro para atrás, veo que hay cientos de personas, todos con los teléfonos, y mi hijo empezó a llorar y le dio un ataque de pánico.
¿Cómo lo resolvió?
Le dije que era gente que nos quería mucho, pero no me gustó porque él pensó que nos iban a hacer algo malo.
¿Cómo ha pasado estos dos años de Covid?
Malamente, porque me gusta mucho estar en la calle, con los amigos, y no poder salir ha sido un horror. Gracias a Dios nadie de mi familia lo ha tenido.
¿Cree que hemos aprendido algo de esta experiencia?
No lo sé, el mundo está lleno de gente, unos aprenden más y otros menos, pero por lo general, hemos aprendido a valorar más la libertad, poder salir, porque al no haber ocurrido nunca esto de estar confinados, sí valoras la vida normal.
«No puedo gustar a todo el mundo»
¿Feminista?
Yo de eso no entiendo mucho.
¿Debemos tener los mismos derechos que los hombres?
Eso es obvio, todo el mundo lo quiere.
Cuando sus abuelos ven donde ha llegado, ¿qué le dicen?
Nunca pensaron que pudiera ganar tanto dinero cantando, menos llegar a ser el número uno. De pequeño me decían: ponte a currar que vas por mal camino.
Nunca pasó hambre.
Arroz igual, pero marisco nunca faltó en nuestra mesa porque mi abuelo trabajaba en MercaMadrid y nos lo traía.
¿Qué espera del documental sobre su vida?
Que la gente pueda ver la cara A y la cara B de un cantante. Que igual puede estar arriba que abajo. Lo que yo quiero es que sea un ejemplo para los jóvenes.
¿Le preocupa lo que puedan pensar de usted?
Me da igual, no puedo gustar a todo el mundo. Yo creo que la serie es muy buena, porque me he tirado un montón de tiempo haciéndola. Yo me veo total, porque la he hecho con el corazón.
«Hablo con Jeff Bezos por Instagram, es un tío campechano»
¿Irá con Jeff Bezos, dueño de Amazón, al espacio?
Creo que sí, es un tío campechano, con el que hablo por Instagram. Él fue quien me propuso ser uno de los tripulantes del próximo viaje espacial.
¿Cómo se conocieron?
Había escuchado mi canción, ‘La rubia’, en su playlist, me lo propuso y acepté. Ahora me están haciendo las pruebas para cercionarse de que aguanto el despegue y de momento las he superado.
Tienen en común que ambos han salido de abajo.
Él me contó que tenía una novia que le dejó por un amigo suyo, y eso le marcó, y también me ha contado otras historias que no quiero revelar. Hemos hecho buena amistad. Me dijo que me ve como cuando él era joven.
Entrevista realizada en Hotel Aloft Madrid Gran Vía
Mi foto favorita
«Me gusta esta foto porque estoy con dos compañeras del colegio, Marisa y Sofía, con las que interpreté la obra ‘El fantasma de la ópera’, en la que yo era el protagonista principal».
¿Quién es Omar Montes?
Nació en Madrid, en la colonia de Pan Bendito, el 22 de Junio de 1988, de padre iraquí y madre española.
Trayectoria Tanto en su barrio como en Navarredonda, Ávila, donde pasaba sus vacaciones, sufrió acoso por «moro, gordo y orejón». A los 13 años se matriculó en un gimnasio, donde aprendió a boxear. Estudió Bachillerato e hizo primero de Técnico Superior en Actividades Físicas. Trabajó de portero en un bar de Chueca, donde conoció a su primera novia, con quien tuvo a su hijo, Omar. Comenzó a cantar y producir música con su amigo Moncho con un ordenador que encontró en un basurero. Grabó su primer videoclip con la canción ‘Conmigo’. Lo subieron a YouTube, y triunfaron. Su romance con Isa Pantoja le lanzó a la fama, y hoy es el cantante más escuchado de España en 2020. Ha publicado sus memorias, ‘Mi vida mártir’, con la ed. HarperCollins. Mediaset España, en colaboración con Unicorn Content y Beta Spain, han grabado el documental ‘El Principito’, en Amazon Prime Video y MitelePlus.
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