La princesa Diana lleva mucho tiempo siendo considerada todo un icono. Pero en el episodio ‘Fairytale’ de la temporada cuatro de The Crown, Peter Morgan ve la dimensión del icono y la hace brillar aún más; con una secuencia de una Diana adolescente (interpretada por Emma Corrin), aburrida y solitaria, patinando por los pasillos dorados mientras escucha a Duran Duran con su Walkman.
Pero, ¿es verdad que Diana patinó por los pasillos de la reina como una princesa punk con pantalones de estampado gingham rosas? (No es que nadie le hubiera importado; igual que el intruso que se coló dos veces en el palacio de Buckingham, Michael Fagan, que se sirvió a sí mismo vino, se dio un tour privado y probó a sentarse en el trono antes de ir a la habitación de la reina para tener una charla matutina con ella). ¿O ha sido simplemente una vívida encapsulación ficcionada sobre cómo la difunta Diana llevó su música pop y su personalidad divertida y adorable al palacio?
Increíblemente, según la productora de The Crown Oona O’Beirn, Diana verdaderamente patinó por esos pasillos.
“¡Es verdad!”, le cuenta O’Beirn a Vogue, revelando que el equipo de investigación para la serie también encontró pruebas de que Diana “montó en bicicleta (dentro del palacio) la noche de antes de casarse, pero no lo pudimos introducir (en el episodio)”. En cuanto a las dificultades técnicas en relación con el patinaje en los pasillos del palacio, O’Beirn añadió, “es difícil hacerlo en algunas de esas alfombras. Creo que seguramente ella preferiría hacerlo en algunas zonas menos interesantes del palacio, pero queríamos que sucediera en las zonas del palacio que ya habíamos visto. Te hace recordar que Diana tenía tan solo 19 años por aquel entonces”.
En una entrevista diferente, Emma Corrin, quien interpreta a Diana, dijo que ella quiere creer que el patinaje por el palacio sucedió en la vida real.
“Creo que ella realmente lo hizo”, le contó Corrin a Sky News. “¿Sabéis qué?, fueron ese tipo de cosas, el patinaje, la sensación de diversión que obviamente tenía antes de convertirse en miembro de la realeza y que, de alguna forma, mantuvo. Creo que fue bastante insólito”.
“Patinar por el interior del palacio de Buckingham es un gran ejemplo”, añadió. “También los bailes… y todo lo que eso significaba para ella, y como utilizó todo aquello como una forma de expresión. Me encantó descubrir todo ello”. Mientras que no hay fotografías de la verdadera Diana en patines de cuatro ruedas, hay fotos tomadas por paparazzi de Diana patinando por los jardines de Kensington en patines en línea; que se publicaron en el diario News of the World bajo el titular ‘Princess of Wheels’ (princesa de las ruedas, en lugar de de Gales)”.
Con respecto a la historia de la bicicleta, Tina Brown escribió sobre ella en la biografía de Diana The Diana Chronicles. Según el paje de la reina madre, William Tallon, Diana se encontraba deambulando por Clarence House la noche anterior a su boda de cuento de hadas con el príncipe Carlos, en busca de compañía.
“Parecía tan perdida que Tallon la invitó a su oficina para charlar con él y otro empleado”, escribió Brown. “Él recuerda que le preguntó, ‘bien, entonces, ¿nos tomamos una copa?’ El empleado ‘me puso una copa y un zumo de naranja para Lady Diana, así que ella estaba muy feliz’. Entonces, vio mi bicicleta al lado de una pared y se montó en ella y empezó a pedalear, dando vueltas y vueltas, tocando la campana y cantando, ‘mañana me caso con el príncipe de Gales’. Ring ring. ‘Mañana me caso con el príncipe de Gales’. Ring, ring”.
“Puedo escuchar esa bicicleta sonando ahora”, añadió Tallon. “Era solo una niña, ya sabes, una pequeña joven”.
Artículo publicado en la versión estadounidense de Vanity Fair y traducido. Acceda al original aquí.
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