Pilar Rubio, Sara Carbonero, Marta Nebot, Yolanda Ramos… estos han sido los momentos más machistas de nuestra televisión (y sus víctimas)

El documental de Rocío Carrasco está poniendo muchas cosas en su sitio (especialmente a la hora de hablar de violencia de género) y una de ellas es el discurso que los medios han hecho durante décadas sobre el machismo y las mujeres famosas. Sin llegar a los extremos del caso de la hija de Rocío Jurado, es cierto que en muchas ocasiones la televisión ha sido un medio ingrato para las celebridades, presentadoras y periodistas femeninas y ha dejado asomarse por la pequeña pantalla los estereotipos de género más caducos y denigrantes para la mujer. No estamos solos en esta tendencia de revisitar los vídeos del pasado y darnos cuenta de que ciertas actitudes que hace años pasaban por normales hoy serían un escándalo. Si en Estados Unidos han sido varios los conductores de late nights y humoristas que han pedido perdón a Paris Hilton por cómo la trataron en su juventud hace apenas unos días pudimos ver a Javier Sardá disculpándose con Norma Duval por todo lo que se dijo de ella en el programa Crónicas Marcianas. ¿Cuáles han sido los momentos televisivos más machistas de los últimos años? Hagamos un repaso al top ten de las situaciones que nunca debieron ocurrir nunca en televisión y qué mujeres fueron las víctimas de estas situaciones machistas.

Pilar Rubio y su ausencia de ropa interior en El hormiguero

Lo de Pablo Motos y la incorrección es ya un leitmotiv del programa supuestamente familiar, pedagógico y entretenido. Para el recuerdo queda su no entrevista a las actrices de Las chicas del cable en las que se habló más de si saben perrear y de lo criticonas que son las mujeres que de su trabajo (en ese programa llegó a decir que las mujeres se dividen entre las que saben perrear y las que no) o lo de pedir un aplauso para el culo de Mónica Naranjo.

Ni sus propias colaboradoras se libran de los comentarios y actitudes sexistas. En 2019 la sección de Pilar Rubio en el programa de las hormigas consistía básicamente en probarse un tanga. La frase de Pablo Motos “con ese vestido no puedes llevar bragas” dio mucho de qué hablar en Twitter y no precisamente para bien.

Yolanda Ramos, Santi Millán y el azote en el culo en un talent show

Probablemente del programa ya ni te acuerdes, se llamaba Me lo dices o me lo cantas y se emitía en Telecinco, pero de lo que no te puedes olvidar es de Santi Millán dándole a su compañera de jurado, Yolanda Ramos, un azote en el culo a santo de nada y el chorreo que le cayó a continuación de sus propios compañeros del que se defendió diciendo “¿Dar un cachete en el culo es machista de qué?”. Pues sí, Santi, es machista, desde el mismo momento en que tu compañera está trabajando y tú has decidido tocarle el culo sin su permiso ni consentimiento ni a cuenta de nada (por si aún le quedan dudas cinco años más tarde).

Sara Carbonero y la tortilla de patatas de Bertín Osborne

Mientras aún era la pareja de Iker Casillas la periodista Sara Carbonero abrió las puertas de su casa a Bertín Osborne para que entrevistara a la pareja. En realidad a Sara Carbonero solo se le preguntó sobre su embarazo y sus conocimientos haciendo tortilla de patata.

Camila, Suso y la cultura de la violación en Mujeres Hombres y Viceversa

Él era el tronista de la edición de 2016 del dating show de cabecera para la hora de comer y ella una de sus pretendientas. Tuvieron una cita sin cámaras y ella acabó llorando en plató y él pronunciando esta frase: “Si tú me das a entender una cosa y yo me acelero, luego no me digas ‘hasta aquí, ahora ya no, me voy’, porque, sinceramente, yo ya no razono”. Básicamente él quería sexo ella no y la justificación fue un alegato en perfecta sintonía con la cultura de la violación que incendió las redes sociales.

El bolígrafo de Aznar en el escote de Marta Nebot

Era el año 2006, Marta Nebot ejercía de reportera para el programa Noche Hache de Cuatro y acudió a un acto del ex presidente del gobierno José María Aznar para que le respondiera a unas preguntas. El ex presidente no solo no respondió sino que le metió el bolígrafo por el canalillo del escote para estupefacción de la reportera y de todos los demás.

Ser reportera parece una profesión de riesgo en algunos casos para exponerse a este tipo de comportamientos, como se comprobó en el mundial de fútbol de Rusia de 2018 donde las periodistas que hacían conexiones en directo o intentaban grabar sus entradillas en la calle fueron asaltadas por hombres dispuestos a darles un beso ante el mundo. Le pasó a una periodista colombiana, a otra alemana, a otra brasileña y a la española María Gómez.

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