Hacía semanas que Cristina Pedroche no experimentaba en sus carnes ese escalofrío que le es tan familiar: el de sus críticos, algunos llegando al extremo de ‘haters’, generando polémica alrededor de una foto colgada de manera inocente. Porque la presentadora no enseña nada inapropiado (ni siquiera para las restrictivas normas de Instagram).
¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué hay de malo en vestir de Ágatha Ruiz de la Prada y decir que una tiene un corazón que no le cabe en el pecho, para jugar con el diseño? Absolutamente nada. Pero no es eso lo que parece incomodar a los usuarios de la red social, que están siempre al acecho por si hay algo que tengan que echarle en cara a la vallecana.
Una vez hemos podido observar todos la imagen, resolvemos el misterio: las clavículas. Como lo leen. Las mismas que ha mostrado en decenas de ocasiones (mediáticas Campanadas incluidas) y que no parecen haber escandalizado a nadie. Hay quien considera que Pedroche está demasiado delgada y que enseñando sus hombros está incitando a los receptores de la imagen a la vía del trastorno alimenticio.
Otros son más suaves y lo único que ponen en tela de juicio es la postura de Cristina, a la que cuestionan por echar los hombros al frente y marcar esas clavículas de la discordia que se han convertido en motivo de debate nacional.
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