- Tras más de 100 días separados, las lágrimas han sido las protagonistas del reencuentro entre la nieta de Rocío Flores y su padre, Antonio David.
- La joven estaba preocupada por si algo de su concurso podía haber molestado a su progenitor.
Rocío Flores ha podido, plásticos mediante, volver a abrazar a su padre tras más de tres meses de separación. La hija de Rocío Carrasco acababa de perder la primera prueba de la noche por culpa de uno de sus hombros pero, tras la cortina, le esperaba uno de los hombres de su vida: su padre, Antonio David Flores. Nada más subirse la cortina y ver a su progenitor, la nieta de Rocío Jurado se rompía en lágrimas. Quería saber todo lo de su familia y, lo primero que le preguntaba al colaborador, era cómo estaban sus hermanos, David y Lola. «Pues están muy bien, en casa porque no han podido venir», le explicaba Antonio David que le contaba que Olga se había quedado con ellos y que todos estaban muy orgullosos de su paso por el concurso y sus pruebas en Honduras.
Rocío quería quitar el biombo para abrazar a su padre y le pidió a Jorge Javier la famosa ‘Puerta de los abrazos’ para poder acercarse, lo máximo, a Antonio David. Mientras lloraba y se aferraba a su progenitor y le contaba que se le había salido el hombro, la nieta de Rocío Jurado le preguntaba a su padre si había hecho algo en Honduras que le hubiera molestado. El colaborador de ‘Sálvame’ le decía que estuviera tranquila que lo había hecho todo muy bien y que no le había molestado nada. Y es que, cabe recordar que Terelu Campos dejó caer que, probablemente, Rocío Flores no hablaba más de su madre, Rocío Carrasco, por no molestar a Antonio David pero éste dejaba claro que nada de lo que haga su hija le puede molestar.
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