Rosemary Alker: «Nos encantaría tener hijos, yo soy niñera, pero bodorrio, no»

La historia familiar de Rosemary Alker es de película, casi una radiografía de la segunda mitad del siglo XX: «Mi padre, uno de sus hermanos y mis abuelos tuvieron que dejar Budapest (Hungría) en 1956, huyendo de los comunistas, y marcharon a Nueva York (EE UU), donde empezaron de cero con una galería de arte que luego llevaron a Los Ángeles, Miami y, finalmente, Houston». Y allí surgió todo. Los abuelos maternos de la subdirectora de meteorología de Mediaset eran españoles pero tenían un familiar en Houston que conocía a su padre y en la tercera visita que le hicieron en América, hubo flechazo entre su madre y el amigo húngaro.

¡Menudo comienzo!
Sí, se enamoraron locamente, se casaron y a los dos años me tuvieron a mí, pero lo suyo no funcionó y mi madre volvió. Yo he tenido la suerte de criarme entre EE UU, España y Budapest, porque mi padre va cada año a comprar mercancía. Con el covid llevo año y pico sin verle.

Ahora se entiende lo del apellido.
Bueno, creo que es de origen inglés… Y Rosemary viene porque mi madre se llama Rosa María, y por darle un toque diferente, me puso su nombre en inglés. Además, mi abuela materna también se llamaba Rosa, la paterna, Rosalía…

¿Y cómo surge tu pasión por la meteorología?
Me críe los primeros años en EE UU, he pasado allí todos los veranos, y en Houston el cielo es diferente… Los cielos son enormes, se gestan unas tormentas brutales. Tendría tres o cuatro años cuando vi ‘El mago de Oz’ y a mí siempre me dio mucho miedo el tornado, porque lo he vivido. Recuerdo meterme en un armario pensando que estábamos jugando al escondite…. También hay huracanes. Ya de pequeña mi objetivo fue estudiar algo que pudiera predecir estos fenómenos meteorológicos extremos para avisar a la población con antelación. Luego vi ‘Twister’, y eso ya me marcó.

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¿Qué hiciste entonces?
Decidí quedarme en Madrid y estudiar Físicas, me especialicé en Física de la Atmósfera; tuve una beca en Antena 3; me fui de Erasmus a Viena y me llamaron de Mediaset, donde llevo ya diez años. ¡También hice un Máster de Ciencias Físicas!

Y llegó Filomena…
Cuando pasan estas cosas hay que estar ahí. Ha sido algo histórico. ¿Cómo no lo vas a contar? Estar ahí al pie del cañón es lo suyo. Fue una aventura encadenar directos sin parar.

¿Te ves como Mónica López, que ha pasado de ser la jefa de meteorología de TVE a estar al frente de ‘La hora de La 1’?
Nunca digas nunca jamás. Dije que no viviría en España y mírame dónde estoy. Y que no me enamoraría de un español y estoy hasta las trancas de uno. Mi abuela me decía: «Hija, tú de lo tuyo pero en la tele. Veía mucho Telecinco, le encantaba Emma García y leía ‘Diez Minutos’. Nunca puede imaginar que el primer reportaje grande que hiciera sería con vuestra revista. Por eso, en la vida hay que dejarse llevar y me está llevando a sitios muy bonitos.

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Háblame del novio español.
Juan y yo llevamos cinco años y lo nuestro surgió cuando ya sabes lo que quieres en una relación. A mí lo que sí me gustan son los chicos grandes, se lo pedía a la vida, y mi chico mide 2,05 m. Le conocí en Atocha (la madrileña estación de tren), cuando volvía de un viaje. Se acercó a mí, me dijo de tomar algo, empezamos a hablar y como si le conociera de toda la vida… No tiene nada que ver conmigo, yo soy muy extrovertida y él, megatímido. Es informático y, antes del covid, entrenaba a chavales de baloncesto.

¿Qué os gusta hacer?
Yo soy un culo inquieto y mi chico es la tranquilidad. Me encantan son los conciertos, salir, la naturaleza y el ballet que llevo haciendo desde que tengo uso de razón. También toco la guitarra eléctrica, estudié Ciencias pero adoro las Letras y Miguel Delibes.

¿Habrá bodorrio?
Jamás pensé casarme y tener hijos y con él sí, con él lo quiero todo, lo que pasa es que con el covid… Nos encantaría tener hijos, yo soy niñera, pero bodorrio, no. Me gustaría una boda íntima en la que estuvieran mis familiares y amigos más cercanos, y a poder ser, cerca del mar.

¿Qué tal vuestro encierro?
Nos pilló reformando la casa, a mí me acababan de extirpar un mioma y pasamos el confinamiento todo el día juntos e igual de enamorada.

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¿Eres muy romántica?
Lo es más mi chico, a mí el romanticismo me ha salido con él. Yo no era de películas románticas ni nada por el estilo y eso que estoy rodeada de amor.

¿En tu vida brilla el sol?
Sí. Toco madera porque me siento rodeada de luz. Mis amigos son muy bonitos, la gente que me rodea son los amigos de toda la vida, del colegio, mi pareja es luz… Además, tengo la suerte de tener cuatro padres: mi madre y su pareja y mi padre y su mujer. ¡Ah! Y mis suegros. Me siento muy querida.

Como la primavera que está a punto de llegar.
Es mi estación favorita del año, en lo personal y en lo profesional, que es cuando se gestan las tormentas, la razón por la que me dedico a la meteo.

Texto: Belén Alonso. Fotos: Ana Ruiz. Ayudante de fotografía: Sara Guillén. Estilismo: Isabel Dorado. Maquillaje y peluquería: Javier Reyes. Agradecimientos: Hotel Palacio CoolRooms Atocha. C/ Atocha, 34. 28012 Madrid. Teléfono 910 88 77 80.

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