Este fin de semana ha tenido lugar la boda privada e íntima de la famosa actriz Jennifer Lawrence con el galerista Cooke Maroney. El entorno elegido ha sido la misteriosa mansión Belcourt, situada en una isla privada en la exclusiva zona veraniega de Newport (Estados Unidos), donde más de 150 invitados con nombres relevantes como Mary-Kate Olsen, Emma Stone o Adele entre otros, han presenciado este momento innolvidable.
Desde que se empezaron a conocer los rumores de este enlace, ya prometía que la moda jugaría un papel esencial. Se sabe poco del vestido(s) de novia de Lawrence –algunos hablan de Dior de inspiración años veinte– pero los increíbles looks de las huéspedes han elevado el glamour y el gusto estilístico a otro nivel.
Uno de los conjuntos más llamativos ha sido el de Sienna Miller, que asistió con su pareja Lucas Zwirner. No es la primera vez que la actriz triunfa con su estilismo en un cita de este tipo. Hace unos meses deslumbró con el moderno diseño midi de Alessandra Rich que lució en el gran día de Ellie Goulding y Caspar Jopling.
Ahora se ha vuelto a coronar como una de las mejores vestidas de la boda de este fin de semana con un voluminoso diseño rojo, con escote corazón y mangas abullonadas dejando los hombros al aire donde se puede apreciar su pequeño tatuaje en el hombro.
Este romántico pero rompedor modelo pertenece a la firma colombiana Johanna Ortiz de la Colección Otoño-Invierno 2018.En esta ocasión todo el protagonismo lo ha captado su vestido de sobresaliente y con razón, confirmando que el color rojo es de las tonalidades más favorecedoras que existen, sea la época que sea.
No ha necesitado más que un maquillaje natural, un sencillo recogido en forma de trenza que ha combinado con un tiara dorada estilo ‘royal’, clutch rígido y altísimas sandalias metalizadas, para deslumbrar ante todos los invitados.
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