Ainhoa Arteta, sin parar tras su viaje de novios

  • Ainhoa Arteta presenta su nuevo álbum ‘La otra orilla’.
  • La cantante no para de trabajar desde su boda, pero sacó un rato para hablar con nosotros sobre su trabajo y su familia.

    Lleva unas semanas de locura. Ha estado quince días en Módena con ‘Tosca’, ofreció un concierto en Sevilla y luego cogió un tren cama para llegar a Valladolid y grabar ‘Prodigios’, el programa de Televisión Española donde ejerce de jurado. Al día siguiente llegó directa a Madrid a nuestra cita para presentarnos su nuevo álbum, ‘La otra orilla’, un disco donde rescata joyas de Latinoamérica para hacerlas suyas.

    Ainhoa llegó al hotel Barceló Emperatriz con una sonrisa y pidiendo un café para combatir el sueño. La soprano arrastraba un dolor en el tobillo de tanto tute, pero lejos de quejarse, se involucró al máximo en la sesión de fotos. “Si no te importa, luego hacemos la entrevista en la cama y nos tumbamos”, dijo. Y así fue nuestra charla, con la grabadora en la almohada y tan a gusto.

    ¿Qué nos vamos a encontrar en ‘La otra orilla’?

    Tiene canciones que significan mucho para mí emocionalmente. Es un disco que me traslada a mi niñez, que me recuerda a mi madre. Boleros de toda la vida grabados con un sonido más ecléctico.

    Hay una de las canciones que está dedicada a tu marido…

    Sí, ‘Un vestido y un amor’, porque me recuerda a cómo conocí a Matías. “Yo no buscaba a nadie y te vi”, dice la canción.

    Siempre has demostrado valentía a la hora de enfrentarte a otros géneros. ¿Alguna vez has sufrido críticas del mundo de la lírica?

    Yo considero que al arte no se le pueden poner puertas, todos tendríamos que estar abiertos a nuevas experiencias y nuevos proyectos. Soy un ser que comunica, que expresa. También te digo que estoy en un momento de mi vida que me importa bien poco lo que opinen los demás. Esta carrera es tan sacrificada que tienes que hacer lo que te gusta en el escenario. Te tiene que compensar, porque sacrificas amigos, pareja, tiempo con tus hijos…

    ¿Alguna vez te han pesado esos sacrificios que comentas?

    Nunca te dejas de preguntar si habrás atendido suficientemente a tus hijos. Hay muchas cosas de ellos que te pierdes: cumpleaños, fiestas de colegio… Que conste que estoy metida en los chats de WhatsApp de los padres del cole, pero soy de las que menos participo. De vez en cuando mando un mensaje para que sepan que estoy viva.

    ¿Y cómo te apañas?

    Pues intentando encajar la agenda. Hace unos días vine a Madrid sólo para pasar una noche con mi hijo y volver a irme. Me levanté con él y me dijo: “Eres la mejor amatxu del mundo”. Para mí es el premio más grande de la vida, me reconforta el alma. Esta profesión la he elegido yo, pero mis hijos no y ellos forman parte de este sacrificio.

    Pero los niños suelen ser muy generosos.

    Tengo una suerte inmensa. Cuando ellos me ven que estoy en el trance de pensar si merece la pena, me dicen que no quieren una madre diferente. Me ayudan mucho. Me recogen la toalla cuando la tiro.

    Si tus hijos deciden seguir tus pasos, ¿les animarías?

    Por supuesto. Pero les animaría a seguir cualquier paso que elijan. Mis padres, mi familia y mis amigos me han apoyado. ¿Cómo no voy a estar ahí? Me da igual que sean pintores de brocha gorda, bibliotecarios o artistas de pop. Lo único que les pido y les aconsejo es que sean buenas personas y que sepan respetar a los demás.

    Pues en la industria de la música a veces hay poco compañerismo.

    En la vida no importa lo que hagas: todo tiene un valor y formamos parte de la cadena. Cuando eres artista trabajas con mucha gente y tienes que tener claro que tú no eres dueño de esas personas. Eres compañero. En mi casa eso siempre lo hemos tenido claro.

    ¿Cuál es el consejo más valioso que te han dado?

    El consejo emocional más importante de mi vida me lo dio mi madre antes de irse. Me acuerdo perfectamente, me cogió del brazo y me dijo: “Hija mía, no te preocupes ni te enfades por bobadas”.

    ¿Y le haces caso?

    Todo lo que puedo, aunque a veces se me escapa.

    ¿Qué es lo que te enfada a ti?

    La falta de respeto, que no seamos capaces de entendernos. Todos tenemos nuestro sitio y no hace falta pisar a nadie.

    Te has casado por cuarta vez este verano. ¿Qué encontraste en Matías Urrea para animarte a dar el paso?

    Soy sensible, muy enamoradiza, pero ojo, nada promiscua. Matías es una persona que me apoya en mi camino, que no es fácil. Yo lo he vivido. Lo que voy a decir es tremendo, pero a las mujeres se nos ha educado para seguir al hombre. En mi caso se establece lo contrario y llega un momento que los hombres que han estado a mi lado se han cansado. No les echo la culpa, pero no han podido con ese rol. Matías es un apasionado y me animé a dar el paso. No he matado a nadie, sólo me he casado.

    ¿Cuál es el secreto para que una relación funcione?

    Que se mantenga el respeto, que es algo difícil de conseguir. Donde hay confianza da asco y empiezas a decir las cosas de una manera que no es la correcta.

    Cuando tienes la agenda libre, ¿qué te gusta hacer?

    Mira, tengo un ritmo de vida tan fuerte que cuando llego a casa soy “madame tumbing”. Leo, veo series y tengo un sofá enorme para tener a los niños conmigo. Soy una mamá gallina.

    Texto: María Larrocha. Fotos: Ana Ruiz. Ayudante de foto: Idoia Vitas. Estilista: Isabel Dorado. Maquillaje y peluquería: Belén García Cerrada para Alberto Dugarte. Agradecimientos: Hotel Barceló Emperatriz. Calle de López de Hoyos, 4, 28006 Madrid.

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