La industria de la moda tiene que jugar un papel determinante en la emergencia climática, “en parte porque es un sector que toca a muchísimos otros”, como aseguraba hoy en la Cumbre del Clima Lucy Shea, consejera delegada de Futerra. Por eso, “hace un año exacto” se lanzaba la Hoja de Ruta para la Acción Climática de la Industria de la Moda (FICCA, en sus siglas en inglés). Una iniciativa que recoge el guante de Naciones Unidas para que el sector se convierta en algo sostenible. Y por eso hoy en la COP25, representantes del comité sectorial del FICCA presentaban las primeras conclusiones de la adopción de esta política.
Una adopción en la que Condé Nast también se ha convertido en pionera, al convertirse en en el primer grupo mediático en firmar el FICCA. Durante la jornada de hoy en la Cumbre del Clima, Alice Pilia, Senior Policy Adviser de Condé Nast intervino en este foro global como experta, para explicar los motores del cambio en el sector de la moda, en general. Y en Condé Nast en particular, donde iniciativas como el lanzamiento de Vogue Values -desarrollado en el departamento de Pilia- o la firma del FICCA son sólo parte de las acciones globales del grupo. Una intervención en la que fue tajante desde el principio: “Sí, hemos visto un cambio importante en todo lo que respecta a la moda sostenible”.
Pilia enumeró los factores que estaban conduciendo el cambio en estos últimos años: “llevamos tiempo viendo como las marcas se están tomando este asunto cada vez más en serio. Pero son los consumidores también los que están demandando un papel distinto de ellas, y de los medios [como nosotros] que informamos de este sector”. Pilia resumió cuál es el papel de los medios de moda en esa búsqueda de los objetivos del milenio. “Tenemos el deber de inspirar y de mantener una conversación con nuestros lectores a la hora de promover la moda sostenible”.
No sólo por la industria en general, “aunque todos los sectores implicados en la industria de la moda tenemos un papel”, sino por el objetivo principal de cualquier industria: los clientes. Como desveló Pilia, el último sondeo entre nuestros lectores entre todos los mercados donde Condé Nast está presente, desveló que “el 74% de nuestros lectores están muy interesados en la moda sostenible, y en informarse de cómo pueden ser parte de este movimiento”. Un interés que se ha disparado “en los últimos 12 meses, para el 60% de nuestros lectores”, a juego con el compromiso del sector. Una relación en la que los medios juegan el papel de intermediario en un cambio que se produce también de abajo hacia arriba.
Porque “nuestra relación con los lectores también se basa en un elemento de confianza” con nuestra audiencia, y por ello Pilia resumió la política de Condé Nast: “ser más proactivos”. "Tenemos que promover y moldear laconversación entre marcas y consumidores en materia de moda sostenible. En Condé Nast reconocemos que tenemos esta responsabilidad. Y creo que todos los medios de moda tienen dos áreas en las que contribuir”.
La primera, “un periodismo de moda más fuerte, que cubra más la moda sostenible con rigor y con atención, que destaquemos más [en nuestros contenidos] todo lo relacionado con la meta de lograr una moda y un mundo más sostenible”. El segundo, “crucial”, es “inspirar”, algo que está en el ADN de nuestras publicaciones: “no es sólo crear contenido o interacción, sino comunicar que la moda sostenible es algo interesante, divertido, atractivo. Deseable”.
Condé Nast presenta la Llamada a la Acción del sector a los Gobiernos
Tras su intervención, Alice Pilia moderó otro debate, sobre la ambición climática que puede mantener el sector a través de la colaboración sectorial con los poderes públicos. Donde aprovechó para anunciar en nombre de la industria de la moda la llamada a la acción que hoy el sector ha realizado a todos los Gobiernos del mundo. Una carta firmada y fechada en Madrid, que tiende la mano para buscar una colaboración más estrecha entre el la industria y los poderes públicos con el fin de conseguir juntos las metas adoptadas en la FICCA y su inspirador: los Acuerdos de París. Dicha llamada a la acción viene firmada por nombres tan importantes como Mark Parker, el máximo dirigente de Nike; Karl-Johan Persson, CEO de H&M; Marco Gobbetti, director ejecutivo de Burberry; o Víctor del Pozo, director ejecutivo de El Corte Inglés, entre otros.
El primero en responder a las preguntas de Pilia sobre esa posible colaboración ha sido Eduardo González, el veterano subdirector de la Oficina Española de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. “Lo que necesitamos es más acción real”, aseguró González, en áreas como la producción de energía. El compromiso de España es conseguir que el 70% de nuestra energía sea renovable en 2025. Y que para 2030, el 100% de nuestra producción energética venga de renovables, algo que desde el Ministerio creemos que ayudaría a todas las industrias a tener un impacto cero de emisiones en un área bastante importante”.
“Sin embargo”, prosiguió González, “la logística y la cadena de suministros son, creo, las áreas donde [la industria de la moda] dejan una huella de carbono más profunda. El Gobierno de España se está esforzando en promover la electrificación del transporte, especialmente el terrestre, que es en el que más podemos actuar. Y, aunque hable por parte de un sólo país, al menos nuestro Gobierno tiene mucho interés en colaborar más de cerca con el sector de la moda en estos esfuerzos”.
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