Antonio Garrigues: ¿Mi mayor extravagancia? Creerme demasiado joven

¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta? Que no existe. Solo se puede hablar de momentos de felicidad.

¿Cuál es su gran miedo? No tengo miedos. Tengo tristezas y alegrías.

¿Cuál es el rasgo que más le desagrada de su personalidad? La falta de paciencia.

¿Cuál es el rasgo que más le desagrada de los demás? La mala uva.

¿Quién es la persona viva a la que más admira? Son muchas y no puedo elegir una.

¿Cuál es su mayor extravagancia? Creerme demasiado joven.

¿Cuál es su estado de ánimo actual? Especialmente bueno a pesar de una disnea (dificultad para respirar) que me afecta al sueño.

¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada? La esperanza.

¿En qué ocasiones recurre a la mentira? Ya no miento, pero a veces no digo toda la verdad y nada más que la verdad.

¿Qué es lo que menos le gusta de su aspecto? A mi edad, casi todo.

¿A qué persona viva desprecia más? A todos los dictadores, uno a uno.

¿Cuál es la cualidad que más le gusta en un hombre? La integridad.

¿Cuál es la cualidad que más le gusta en una mujer? La integridad también.

¿Qué palabras o frases utiliza con demasiada frecuencia? Lo voy a pensar para evitar cualquier exceso.

¿Qué o quién es el gran amor de su vida? Una mujer excepcional con la que llevo casado 62 años.

¿Cuándo y dónde fue más feliz? Viajando. Recuerdo especialmente un largo viaje a China.

¿Qué talento le habría gustado tener? Máscapacidad creativa.

¿Si pudiera cambiar uno cosa de usted, ¿qué elegiría? Realmente, no lo sé.

¿Si pudiera reencarnarse en otra persona o cosa, ¿qué sería? Posiblemente una mujer. Me gustaría conocer su pensamiento.

¿Cuál es su bien más preciado? Mi familia.

¿Cuál es para usted la máxima expresión de la miseria? La miseria moral.

¿Quiénes son sus escritores favoritos? Kafka, Camus, Joyce…

¿Quién es su héroe de ficción? El Zorro.

¿Con qué personaje histórico se siente más identificado? Albert Einstein.

¿Cuál es su lema? “¿A quién hay que ganar?”.

¿Cómo le gustaría morir? Como quería Lorca: “Decentemente en mi cama”.

Fuente: Leer Artículo Completo