Melania Trump cumple hoy 51 años con una nueva vida como ex primera dama en la mansión que comparte con su marido y su hijo, Barron, en Mar-a-Lago. Los rumores de divorcio se evaporaron en cuanto Donald Trump dejó de ser presidente de los Estados Unidos. De hecho, a finales de marzo, presentaban una web donde no sólo el ex mandatario empezaba una nueva carrera con la que busca reivindicar su carrera y encaminar un nuevo rumbo como ex mandatario, sino que en ella aparece junto a su mujer. Es, por tanto, un proyecto conjunto que incluye la posibilida de contratar a uno de los dos o a los dos para acudir a bodas y bautizos o, en su defecto, que manden un saludo para la ocasión.
Viendo como se ha prodigado Trump en los cumpleaños de su esposa, es probable que esos clientes reciban más atención que Melania en sus aniversarios. Un repaso por las respuestas del magnate cuando se le ha preguntado por el presente que ha hecho a su pareja en esas citas, no lo deja precisamente como un hombre detallista. "Una tarjeta de felicitación" es la respuesta que más veces ha dado Donald Trump cuando se le ha preguntado.
Siendo presidente, lo hizo en 2018 y en directo. Cuando durante una entrevista en la Fox el presentador quiso tener un detalle y recordar que era el cumpleaños de Melania, le preguntó al presidente qué pensaba regalarle: "Creo que me voy a meter en un lío…", respondió él para luego pasar a la defensiva y añadir que era un hombre muy ocupado "para andar buscando regalos". Luego, no se sabe si porque era verdad o para salir del paso, dijo que le había comprado a Melania "una bonita tarjeta de felicitación y unas bonitas flores".
No sabemos cómo es realmente en privado, pero por lo que ha declarado públicamente, Trump se ha mostrado siempre igual de soso en las fechas señaladas. No sólo en los cumpleaños, pues cuando en las navidades de 2019 contactó con las fuerzas armadas del país que sirven en el extranjero y un soldado le preguntó por el regalo que tenía pensado darle a su esposa, la respuesta fue la misma: "Una tarjeta de felicitación".
En su último año de presidencia quiso darle al cumpleaños de Melania otro boato y aprovechar para reconocer el papel de su mujer como primera dama. Pero no lo hizo tirando de ingenio, corazón o chequera, sino recurriendo a los estaodunidenses, a quienes envió una carta pidiendo que felicitaran a su esposa. El objetivo, conseguir un millón de firmas… para imprimirlas en una tarjeta de felicitación.
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