Bob Dylan y Universal han cerrado un acuerdo histórico, que valora el cancionero del autor, de 79 años, en unos 250 millones de euros. Es la cifra que afirma el New York Times, que ha informado del acuerdo. La venta incluye todas las canciones del autor y premio Nobel de Literatura de 2016, más de 600 temas, desde su primer disco homónimo en 1962 hasta Rough and Rowdy Ways, publicado en primavera de este año tras ocho años de silencio discográfico.
Si la cifra adelantada por el NYT se confirma, estaría entre las cifras más altas jamás pagadas a un artista. Es el tercero en apenas un mes de cifras locas: Hace unos días, la cantante y compositora Stevie Nicks vendió el 80% de su participación del 80% en el catálogo de Fleetwood Mac aprovechando el inesperado éxito en 2020 de Dreams, tema clásico del grupo (de 1977) que ha vuelto a las listas tras volverse viral en la plataforma de vídeos online TikTok. Un cancionero que el Wall Street Journal valoró, tras consultar a fuentes cercanas al acuerdo, en unos 100 millones de dólares. Por su parte, hace unas semanas Taylor Swift lamentaba públicamente que la primera parte de su discografía, seis álbumes por cuyos derechos lleva peleando años, se hayan vendido por también cifras cercanas a 250 millones de euros sin su consentimiento.
Los jefes de Universal celebraron la compra del catálogo de Dylan, al que llamaron "uno de los más grandes expertos del arte de escribir canciones", según Lucian Graing, director ejecutivo de Universal Music Group. Por supuesto, el periódico informaba de que el lacónico cantante "no ha hecho declaraciones" sobre el acuerdo. Que llega en un momento interesante: Universal está participada desde el mes de enero por Tencent, un gigante chino de los contenidos digitales, con patas en todos los ámbitos de la cultura, que a principios de año adquirió el 10% de Universal a Vivendi por 3.000 millones de euros. Una cifra que indica que sólo las canciones de Dylan ya valen el 1% de todo Universal. El acuerdo incluye el uso de las canciones, los derechos derivados por versiones (existen unas 6.000 registradas) y los ingresos por derechos de autor del artista.
El acuerdo no supone el fin de la carrera de Dylan, eso sí: en él se especifica que cualquier canción que el artista componga a partir de ahora está fuera del trato con Universal, un indicativo de que el autor, muy activo en escenarios, no quiere poner punto final a su carrera con este trato. Hasta este año, el mayor acuerdo musical por los derechos de un artista correspondía a Sony, que hace dos años pagó algo más de 200 millones de euros a los herederos de Michael Jackson por los derechos de su música, durante un plazo de siete años.
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