Si tuviésemos que definir a Britney Spears, no podíamos hacerlo mejor que aludiendo a que Briney, simplemente, es Britney. Para quienes no lo hayan hecho ya, recomendamos que den a seguir en Instagram a la cuenta de la artista, porque ni se van a aburrir ni se van a arrepentir de hacerlo. Lo último que nos ha sorprendido es un vídeo contando su último accidente doméstico.
Sí, casi sin tiempo a recuperarse de esa fractura de pie por girar enloquecidamente sobre sí misma bailando en el salón de su casa (y repetir el movimiento nada más quitarse la escayola, porque ella es Britney y se guía por sus propios impulsos), la ha vuelto a liar. Sin necesidad de saltarse el confinamiento.
¿Qué ha hecho? Incendiar el gimnasio que tiene en su domicilio donde cuida ese cuerpo que muestra con su colección de tops de manera regular en sus post. ¿Cómo? Con algo tan tonto como unas velas. ¿Por qué? Ya lo hemos advertido al principio: Britney es, simplemente, Britney.
De todos modos, prefiero hacer ejercicio fuera»
«Fue un accidente… pero sí, lo quemé«, dice con el gimnasio a sus espaldas y antes de continuar con los detalles: «Pasé por la puerta del gimnasio y las llamas, ¡BOOM! Gracia de Dios la alarma se activó y nadie resultó herido». Y habla de los desperfectos materiales que ha sufrido: «Desafortunadamente ahora solo me quedan dos piezas de mi equipo, y un espejo de un solo lado».
Spears remata ese texto junto al vídeo en el que se puede ver la magnitud de la tragedia: «Pero podría ser mucho peor, así que estoy agradecida. Pssss de todos modos, prefiero hacer ejercicio fuera». Quien no se consuela, es porque no quiere.
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