Cuando se conocieron, sintieron una atracción especial. Pero había un problema: ambos tenían pareja… Así que, Cindy Crawford y Rande Gerber tuvieron que esperar a que sus caminos volvieron a juntarse. La modelo ha contado en varias ocasiones que, cuando finiquitó su matrimonio con Richard Gere, en 1995, le costó volver al circuito de las citas… Entonces, apareció él de nuevo…
Bueno, reapareció. Ella colgaba esta semana una imagen junto al empresario y exmodelo. Indicaba al lado que era su «primer viaje juntos». Abrazados, deja constancia por escrito de que la foto corresponde al año 1994. Efectivamente, esto demuestra lo que contábamos: tuvieron que temer paciencia y esperar a que ambos estuvieran solteros para empezar una de las historias de amor más fascinantes del panorama ‘celeb’.
Finalmente, en 1998, daban el paso definitivo, el del ‘sí, quiero’. Han pasado 25 años desde que se conocieron. 22 desde que sellaron su amor en matrimonio. Y tienen dos hijos, Presley y Kaia Gerber, de los que estar más que orgullosos (ella, ya hace sus pinitos en el mundo de la moda y trata de seguir los consejos de su madre). Pero, más allá de la familia modelo que han construido, está cómo han sido capaces de enfrentarse a los titulares polémicos.
Cindy y Rande han sabido salir al paso de los rumores de infidelidad de una y otra parte. En el caso de él, tan solo dos años después de la boda. Con declaraciones de las personas implicadas en esos presuntos coqueteos que han sabido enterrar. Tanto de cara a la galería, como de puertas para adentro de su casa. Las publicaciones en redes sociales como esta de Crawford, son buena muestra de ello.
Incluso, él fue demandado por acoso sexual en el año 2009. Dos extrabajadoras aseguraban haber sido despedidas por no acceder a las peticiones sexuales de este. Tampoco en aquella ocasión se consiguió erosionar la relación (George Clooney, buen amigo del matrimonio, salió a dar la cara por él). Una nueva mancha ante la que no se doblegaron.
El matrimonio ha conseguido demostrar, una y otra vez, que la confianza y el no dar importancia al qué dirán, son esenciales para la higiene conyugal. O lo que es lo mismo: parecen haber dado con la fórmula mágica para conseguir una relación duradera, aún cuando la fama es tan grande que estás siempre en el foco mediático.
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