Convertir al metabolismo en nuestro aliado para que nuestro cuerpo queme más grasa con menos esfuerzo por nuestra parte es el Santo Grial al que aspira cualquier método de adelgazamiento. Y por internet circulan todo tipo de trucos (algunos apoyados por la ciencia y otros no) para conseguirlo, además de una buena cantidad de tablas de ejercicios y vídeos de Youtube que prometen acelerar nuestro metabolismo y llevarlo al siguiente nivel. Pero no todos estos consejos funcionan igual de bien, por eso hemos confeccionado para ti esta lista de consejos eficaces y saludables para acelerar metabolismos lentos que realmente funcionan: no hacen milagros (y si quieres perder peso realmente necesitas cambiar tu alimentación e incrementar tu actividad física), pero pueden darte el impulso que necesitas para maximizar tus esfuerzos y optimizar la forma en que tu cuerpo quema y almacena las grasas.
1. Come más a menudo y en raciones más pequeñas
En vez de realizar grandes ingestas de comida plantéate hacer pequeñas ingestas de comida a lo largo del día. No nos referimos a que picotees patatas fritas, obviamente, sino a que repartas con sabiduría la ingesta de calorías a lo largo del día. Prueba a realizar seis ingestas diarias de unas 300 calorías cada una y que en todas ellas haya una ración de proteína y fibra para aumentar la sensación de saciedad.
2. Evita las grasas trans
¿Qué son las grasas trans? Pues el peor tipo de grasa que puedes ingerir y que no solo ponen en riesgo la salud de tu corazón, es que dinamitan cualquier dieta. Las encuentras con facilidad en todos los productos ultraprocesados que incluyes en tu cesta de la compra, es hora de eliminarlos de tu dieta. Ingerir grasas trans hace que las células de tus músculos y órganos no respondan de forma adecuada a la insulina lo que ralentiza tu metabolismo.
3. Toma café antes de entrenar
Ya sabes que el té verde acelera el metabolismo. Ahora te toca conocer las virtudes del café para preparar tus sesiones de ejercicio. Se ha comprobado que tomar café ayuda a rendir más en los entrenamientos, incrementa el nivel de energía, y lo mejor de todo, ayuda a que se quemen más calorías con la misma cantidad de ejercicio.
4. Come más pescado (y marisco)
No solo porque sus proteínas de alta calidad te ayudan por sí mismas a acelerar el metabolismo, es que los ácidos grasos presentes en ambos tipos de alimentos también refuerzan ese efecto quemagrasas. Especialmente interesante es el ácido graso omega 3 presente en los pescados azules: su ingesta es capaz de reducir el nivel de las enzimas que se encargan de almacenar la grasa en nuestro cuerpo.
5. Aparca la tablet, el móvil y el ordenador antes y después de la cena
Aún no saben por qué, pero científicos de la Universidad de Nothwestern comprobaron que las personas que consultaban estos dispositivos antes y después de sus cenas presentaban alteraciones en la glucosa que les hacía tener más hambre. Los investigadores sospechan que la luz azul emitida por estas pantallas interfiere de alguna manera en el metabolismo.
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