QUÉ HA PASADO
• Mercan le dice a Ösman que se arrepiente de sus actos.
• Nesma ofrece a Nefes que trabaje como su asistente.
• Tahir se gana finalmente la confianza del pequeño Yigit.
Sayar está dispuesto a usara la familia Dağdeviren en su beneficio. Es consciente del odio que sienten por los Kaleli después de que Mercan estuviera a punto de suicidarse por Tahir. Así pues, reúne a todos los miembros del clan para disfrutar de un delicioso desayuno y, todavía en la mesa, se dirige al patriarca, el señor Cemil: “Usted y yo tenemos enemigos en común. Podemos unir fuerzas y destruirlos, le prometo que si me ayuda, será muy bien recompensado”. El hombre accede de buen grado. “Quiero ver a esos malnacidos en la ruina”, afirma. Firmada la alianza, empieza a coquetear de nuevo con Nazar mostrándose muy cómplice con ella.
Por su parte, Murat, que es consiente de este nuevo encuentro entre su enamorada y el pérfido empresario, se desespera, pues no sabe cómo salvarla de las garras de semejante criminal. Fatih, que lo observa, se acerca a él e intenta consolarlo: “Eres una persona muy fuerte, siempre has cuidado de la gente que te importa y esta vez no será diferente. No puedes rendirte”.
No obstante, estas palabras no animan a su hermano, que decide olvidarse de la que joven enfermera y dejar que lleve a cabo su vida como desee. “No soy quien para mandar en su corazón. Si ha elegido estar con alguien distinto a mí, no puedo hacer nada”, asegura. Segundos después, ambos se marchan a dar una vuelta.
Más tarde, Vedat se cita en su coche con Berrak, una antigua conocida que obligada por él debe hacerse pasar por una chica golpeada por su marido y acercarse a su esposa para espiarla. “Recuerda que si no haces todo lo que yo te digo serán tus seres queridos quienes paguen las consecuencias. Los tengo bastante bien vigilados y pueden sufrir un accidente en cualquier momento”, la amenaza, mientras le coloca en la mano un pequeño bote con un líquido misterioso en su interior. “Tú ahora vives con mi querida mujercita en la casa de Ösman, aprovecha un descuido y pon esto en la bebida de ella”, le ordena y luego la echa del automóvil. Al día siguiente, la joven está lista para cumplir con el mandato, pero se arrepiente.
Ya entrada la mañana, Nefes despierta a Yigit con una gran noticia: hoy mismo lo matricularán en el mismo colegio al que asiste Balim. Tahir decide acompañarlos en un momento tan importante. Su amada se queda impresionada al conocer las instalaciones de la escuela, y más aún cuando descubre que es una institución privada: “¿Cómo se supone que voy a pagar algo así? Todavía no tengo dinero ahorrado del sueldo que me da Nesma por ser su asistente”. El chico le pide que se tranquilice, pues él se hará cargo de los gastos. “No quiero que a ti o a tu hijo os falte de nada. Bastantes humillaciones y penurias habéis aguantado ya como para seguir con más”, explica amorosamente el joven.
La relación entre Saniye y su nuera empeora Por otro lado, Aisye está harta de los continuos machaques de su suegra y la poca defensa de su esposo. Para tratar de poner frenos a esta situación decide ponerse en huelga y se niega a realizar las tareas del hogar, excepto los cuidados de su hija. Esto provoca una nueva disputa con Saniye, que no soporta más sus faltas de respeto: “Eres una engreída, mala la hora en la que te convertiste en mi nuera”.
Mustafá está preparado para intervenir en la fuerte discusión cuando alguien llama a la puerta. Detrás, espera a ser recibido Nihat, el inspector de policía, que le trae noticias acerca de la investigación contra Sayar: “Todavía no hemos averiguado nada que nos sirva para meter a ese delincuente en prisión. Pero hay algo importante sobre en su pasado. Su padre fue hallado degollado en su habitación”. El mayor de los Kaleli enseguida ata cabos. “Se decía que ese señor abusada de jovencitas. Eysan vivía con él. Quizá su primo acabó con su progenitor para defenderla”, piensa.
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