Es una tradición que se forjó hace unas décadas y que supone una presión social para las mujeres. Regalar chocolate puede parecer que es algo bonito, y en muchos casos lo es, pero también tiene su lado menos amable, sobre todo si nace desde la obligación. Te contamos de qué forma celebran San Valentín en Japón y cómo las mujeres comienzan a revelarse para poder disfrutarlo de otra manera.
¿Son las mujeres japonesas las que hacen regalos en San Valentín?
Pues sí, está instaurado que sean únicamente las mujeres las que regalan en el día de San Valentín, y lo que regalan concretamente es chocolate. Pero no creas que solo a su pareja, que sería lo más romántico si a ambos les apeteciera perpetuar la tradición, el problema viene cuando hay un compromiso y es que en Japón existe lo que llaman la práctica de giri-choko o chocolate por obligación.
En los años 30 la fiesta de San Valentín era conocida fuera del país pero no en Japón y fue un expatriado de origen ruso el que instó a la población nipona a regalar chocolate para celebrar el día del amor con un anuncio de la conocida confitería Morozoff. Corría el año 1936 cuando apareció ese anuncio y a partir de entonces poco a poco se fue consolidando la tradición de regalar chocolate el día de San Valentín, siendo estas fechas un boom de ventas de chocolate ya que se hacen prácticamente la mitad de las ventas del año. Si tenemos en cuenta que la festividad de San Valentín llegó a España en 1940 de la mano del fundador de las desaparecidas Galerías Preciados, el imperio del sol naciente nos lleva la delantera en el consumismo de esta fiesta.
Si bien no fue hasta años después que se arraigó la tradición en el país, ese anuncio dirigido a extranjeros en primera instancia, fue el origen de la fiesta del chocolate de San Valentín en Japón. Desde entonces y hasta ahora, Japón se viste de dulce cuando llega Febrero y se pueden ver chocolates de todas las formas y colores imaginables en sus escaparates. Una auténtica delicia para los amantes del chocolate y para los golosos en general, pero ese paraíso de chocolate tiene un lado no tan amable, sobre todo para las mujeres.
El chocolate como protagonista de la festividad
Como decíamos, no solo la mujer regala a su pareja sino que lo normal es que incluso jefes, amigos y compañeros de estudios reciban un detalle chocolateado (chokoreeto) en el llamado giri-choko o chocolate por obligación. Un regalo que no tiene connotaciones románticas y que suele ser bastante económico. También existe la figura de Tomo-choko que es chocolate de amistad que sería aquel que se regala a los amigos más cercanos y por supuesto Honmei-choko o chocolate favorito que es el que se regala cuando existen sentimientos románticos hacia esa persona y suelen ser chocolates más caros y lujosos.
¿Por qué decimos que las mujeres están revolviéndose ante esta celebración? Porque lejos de ser una celebración que podría ser bonita y relajada, a las japonesas les supone un enorme estrés mantener la línea perfecta en cada regalo. Regalar chocolate demasiado barato puede suponer una ofensa para el que lo recibe pero pasarse de la líneagastando algo de más podría mandar un mensaje romántico que no correspondería con los sentimientos reales de la regaladora. Dejar clara esa delimitación en cada uno de los regalos a los varones de su alrededor no debe ser tarea fácil para las japonesas y están ya empezando a cansarse, tanto que en una encuesta que se hizo en una tienda en Tokio arrojó como resultado que un 60 % de las mujeres comprarán chocolate para ellas mismas en San Valentín, un gesto que deja entrever la liberación de la mujer japonesa en este tipo de “obligaciones” impuestas tradicionalmente por el patriarcado.
Este levantamiento es únicamente contra el giri-choko (el chocolate por obligación) que las mujeres están cansadas de tener que hacer ese esfuerzo y lo consideran un compromiso que debería estar ya desterrado. Las japonesas quieren regalar (o regalarse) chocolate o cualquier otra cosa, cuando y a quién ellas quieran ¿no es una petición nada descabellada verdad?
La otra cara del día de San Valentín
Sin embargo, a la contra, es el 14 de marzo, el llamado en Japón Día Blanco, cuando los hombres regalan a las mujeres, y generalmente además de chocolate se hacen regalos más caros a las parejas como joyas. Aunque según parece las mujeres terminan recibiendo menos detalles que los que hacen ellas en San Valentín con su entorno por culpa de ese chocolate obligatorio o por compromiso que se ven obligadas a regalar.
Esta práctica de regalar chocolate por compromiso también implica que muchas personas sientan frustración o tristeza dependiendo del número de regalos de chocolate que reciban, y que aquellos que no estén en una relación romántica se sientan mal por culpa de las empresas que promueven este gasto en chocolate por San Valentín. Ya se sabe que las comparaciones son odiosas y que la inseguridad de las personas a veces se quiebra fácilmente, por eso muchas empresas en Japón están prohibiendo el giri-choko.
Regalar algo a quien amas siempre es bonito, pero cada día puede ser el día perfecto para sorprender a tu pareja, no necesariamente San Valentín, aunque a nadie le amarga un dulce ¿verdad? Sea por San Valentín o no, el chocolate siempre es bienvenido y si no, que se lo digan a los japoneses.
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