Yusaku Maezawa, al que conocimos el año pasado por convertirse en el comprador de los primeros billetes para ser turista espacial con Elon Musk, es el milmillonario más gracioso y excéntrico del planeta (más que su colega Elon). Y busca novia. Novia espacial. Pero vayamos por partes. A sus 44 años, el futuro viajero en órbita translunar vive la vida como un rockero. O, como él dice en su última carta pública, "he vivido la vida exactamente como he querido". Su imperio de moda japonesa, Zozo, fundado hace dos décadas con el dinero que consiguió vendiendo su colección de discos, le convirtió en una de las personas más ricas de Japón.
¿Como cuánto de rica? Como para tener una fortuna personal estimada en unos 3.200 millones de euros. Como para regalar 800.000 euros a tuiteros desconocidos hace justo un año. Como para regalar ocho millones de euros en la repetición de su experimento social. Como para decir "hasta aquí" hace unos meses, dejar el trabajo, vender su Amazon de la moda japonesa por más de 2.000 millones de euros, y subir a Youtube un vídeo en el que se ve cómo ingresa parte de esa cantidad en el banco, en metálico, en ingreso a cuenta: 100.000 millones de yenes de saldo; 800 millones de euros en disponible. Pero, ay, los ricos también sienten "la soledad y el vacío".
Su última idea lo ha llevado de nuevo a los titulares. Al principio, Maezawa dijo que quería ir al espacio con entre seis y ocho artistas de distintos perfiles (a entre 30 y 60 millones de euros como mínimo por billete) para convertir el carísimo experimento de Musk en un programa de creación multidisciplinar. Después de todo, el sueño original de Maezawa antes de que el delirio espacial de Musk se cruzase en su camino, era abrir un museo de arte contemporáneo en el que exhibir su valiosa colección, reunida en las últimas dos décadas. Pero ahora sabemos que hay algo más. Una televisión japonesa se encarga de producir el documental Los amantes de la luna llena (Yusaku Maezawa busca compañera con la que ir a la Luna), meloso título que tiene un único objetivo: que Maezawa encuentre astrochurri.
El proceso, que será algo así como citas Tinder pero con cámaras y un formulario donde echar tu LinkedIn del amor, donde el final feliz es "ir juntos al espacio a gritar por nuestro amor y la paz mundial", es mitad romántico, mitad específico, mitad vergüenza ajena, algo que el mismo Maezawa reconocía en su carta: parece algo "entre la soberbia y vergüenza". Pero leamos sus motivos:
*"Estoy seguro de que he conseguido una buena porción de dinero, estatus y fama por el camino [de los 21 años en los que ha dirigido Zozo]. Pero ahora estoy reiniciando mi vida. Tengo 44 años. Me invanden sentimientos de vacío y soledad, y hay algo a lo que le doy vueltas: a amar de forma constante a una mujer.
*Puede que para el resto sea algo que se da por sentado, pero es algo que yo todavía no he conseguido. (…) Quiero encontrar a una "compañera vital". Con esa futura pareja, quiero gritar por nuestro amor y por la paz mundial desde el espacio exterior.
Quiero conocer a alguien alucinante".
Ahora bien, ¿qué significa "alguien alucinante" para Maezawa? Las condiciones textuales son: mujer soltera de más 20 años; personalidad brillante y positiva; que desee la paz mundial; que quiera disfrutar de la vida al máximo; que esté interesada en viajar al espacio y sea capaz de participar en el entrenamiento para dicho viaje.
Si quieres ayudar al hombre que tiene en su mano el espacio exterior, pero no el amor, hasta el día 17 aquí se puede rellenar un formulario, para un proceso de selección que se prolongará hasta marzo. Una vez que Maezawa haya escogido al amor de su vida por este particular método -al estilo de una peli de Takeshi Miike, ¿qué podría salir mal?-, el viaje al espacio está previsto para 2023. Tres años de amor y entrenamiento de astronautas.
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