En tan solo unos meses, el mundo tal y como lo conocíamos ha dado un giro de 180º. La pandemia global de la Covid-19 ha transformado nuestros hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos con los demás e incluso los comportamientos a la hora de consumir, haciendo notorio el auge del movimiento slow fashion. Las prioridades de los españoles tras la declaración del estado de alarma el pasado mes de marzo son otras, y así se ha reflejado esta temporada estival.
La compleja situación actual ha llevado a los españoles a dejar de lado la contratación de viajes con meses de antelación, una opción muy recomendada por expertos años atrás, para reservar en el último minuto. El miedo a un posible aumento de casos y la posibilidad a tener que cambiar de planes son los culpables de ello. Y también de la elección del destino.
Los españoles ya no salen al extranjero o buscan destinos idílicos en la costa, ahora optan por el turismo de cercanía y por las actividades wellness. Concreamente, según datos de Weekendesk.es, portal especializado en escapadas temáticas, aquellas donde la intimidad es la protagonista han sido las más demandadas, con un incremento de 14% tan sólo en el mes de agosto. En este grupo encontraríamos escapadas a spas o zonas termales, tratamientos como la talasoterapia, balneoterapia y los masajes, así como otras actividades en pareja como rutas de senderismo o quad.
«Ahora los españoles quieren disfrutar en un ambiente más relajado y con servicios personalizados, evitando en lo posible el contacto con otras personas, una demanda muy ajustada al actual contexto de las medidas de seguridad», ha explicado Brigitte Hidalgo, directora de operaciones de Weekendesk. Un cambio de mentalidad, de hábitos, que podría mantenerse durante un tiempo.
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