Lo creas o no, tener una planta a tu vera en tu lugar de trabajo influye en tu productividad. Así lo comprobó un equipo de investigadores de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) que compararon diferentes parámetros psicológicos en empleados que trabajaban en oficinas con plantas y oficinas sin ellas. ¿La conclusión? Los que podían descansar su vista de vez en cuando entre las ramas de una enredadera o un poto eran un 15% más productivos. Por si la productividad no te interesa aún hay más motivos para poner un poco de verde en tu mesa de trabajo: se ha comprobado que incorporar plantas al lugar de trabajo es una buena forma de mejorar la calidad del aire, contribuyen a reducir el estrés y combaten la electricidad estática. Y la mejor excusa de todas: son preciosas. Te presentamos las más fáciles de mantener para que no tengas excusa y las hagas un hueco al lado de tu ordenador.
Plantas para el lugar de trabajo: sansevieria o planta de serpiente
es de las especies más agradecidas: se conforma con el poco caso que la hagas y con cuidados mínimos se puede convertir en el purificador de aire perfecto para tu lugar de trabajo ya que es capaz de liberar oxígeno durante la noche.
No hace falta que limpies sus hojas, se adapta a cualquier tipo de iluminación y sobrevive echándole agua solo cuando la tierra está seca. Puedes conseguirla por 24 euros en Be green.
Plantas para el lugar de trabajo: costilla de Adán o monstera adansonii
Estarás más familiarizada con su versión maxi de esta planta de hojas grandes y en forma de corazón troquelado, pero también hay versiones minis de ella y esa es la que necesitas a tu vera cuando estés trabajando.
El éxito de esta planta en todas las oficinas del mundo obedece a que siempre está verde, crece con rapidez y se mantiene fácilmente, aunque sí precisa un riego regular y luz intensa para que sus hojas mantengan un verde intenso (aunque puede ser artificial y nunca directa del sol). La encuentras por 25 euros en The Colvin.
Plantas para el lugar de trabajo: carassula obata o árbol de jade
Pertenece a la familia de las suculentas (ese tipo de plantas que tienen las hojas acolchadas y gorditas) y lo único que le pide a la vida es que cada 15 días te acuerdes de darle un poco de fertilizante si quieres que crezca.
Por lo demás, puede ser la compañera perfecta de tu mesa de trabajo se encuentre esa mesa cerca de la ventana o no: se adapta a cualquier tipo de luz y solo necesita que la riegues cuando la tierra está completamente seca. Cuesta 19 euros en Be green.
Plantas para el lugar de trabajo: planta del dinero china (Pilea peperomioides)
La tradición afirma que te conseguirá buena suerte y la botánica que te acompañará durante mucho tiempo ya que es casi imposible de matar y fácil de compartir: si la haces un poco de caso lograrás que le salgan brotes nuevos que puedes regalar a las personas de tu entorno.
En invierno aguanta con un riego cada cinco días y cuando aprieta el calor hay que aumentar la frecuencia de riego a un par de veces a la semana. Eso sí, aléjala de las corrientes de aire. La encuentras a partir de 13 euros en natura love.
Plantas para el lugar de trabajo: el cactus castillo de hadas (Acanthocereus tetragonus)
Ideal para espacios pequeños (el tamaño máximo que alcanza son 70 cm de altura y echándole muchas ganas y abono) su forma con un tronco central y numerosas ramificaciones y aureolas le dan el perfil del castillo de cuento de hadas al que hace alusión su nombre.
Los cuidados que necesita para sobrevivir son mínimos y a prueba de personas con cero habilidades botánicas: solo hay que asegurarse de que recibirá luz en algún momento del día (aunque no le pongas a pleno sol en verano o te quedarás sin él) y regarlo cuando la tierra esté seca (que en invierno puede llegar a ser una vez cada 15 días). Además, es muy barato: 6,50 euros en la tienda del cactus.
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