Tras la sonada decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de independizarse de la Familia Real británica para tomar un nuevo camino alejados de Reino Unido, y todas las polémicas y rumores que han venido detrás, con distanciamientos y rupturas entre hermanos incluidas, la reina Isabel II decidía convocar una reunión esta misma tarde junto a los duques de Sussex, en una de las propiedades con las que cuenta la familia en Sandringham, para tratar el tema, acabar con cualquier crisis existente y decidir sobre el futuro de estos.
Una cumbre real que parece haber servido para solucionar las discrepancias entre los diferentes miembros, y así lo ha anunciado la propia Isabel II a través de un comunicado. «Mi familia y yo apoyamos plenamente el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una joven familia», podría leerse al comienzo de este.
«Respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia, sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia«, añadía. «Harry y Meghan han dejado claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas. Por lo tanto se ha acordado que habrá un período de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido». Esto último parecía el único aspecto claro desde el anuncio la pasada semana, el país de América del Norte había sido el elegido por los royals para esta nueva etapa.
Para concluir el comunicado, la Reina de Inglaterra afirmaba estar en busca de una inminente solución ante este tema real. «Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver, y aún queda trabajo que hacer, pero he pedido que se tomen decisiones definitivas en los próximos días», finalizaba.
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