El sector del cine está cambiando. Si hace unos meses Reino Unido regulaba las normas sobre los desnudos de los actores en este sector, también ahora son los propios intérpretes quiénes demandan sus exigencias a los directores e imponen sus normas a la hora de grabar. Temas tan polémicos como las grabaciones de escenas sin ropa están, cada día más, sobre la mesa pública de debate.
En plena época del #MeToo y reivindicaciones feministas que buscan la igualdad real, la última actriz en hacer referencia a los desnudos en las películas ha sido Keira Knightley. Tras ser madre de dos niños afirmó comenzar a plantearse los roles del set y confesó que, su visión del tema, ha cambiado desde entonces. La actual tendencia a desnudar los cuerpos de los actores en las películas no convence a la actriz que, ha afirmado, haber vivido una época en la que las grabaciones de escenas sin ropa eran completamente diferentes a las tomas que se realizan hoy en día.
Por esa razón es contundente en su decisión y será a partir de ahora cuando comience a pedir actrices sustitutas que hagan de su doble para rodar esas partes del guión. Aun así, a pesar de ello, Keira también afirmó haberse sentido cómoda de joven cuando grabó alguna escena desnuda y contó que siempre ha hecho todo bajo su consentimiento.
«Las escenas de hoy en día se pueden extraer de su contexto, ponerlas en otro y parecen porno«, afirmó. Con esta sentencia, la actriz da el primer paso hacia lo que, a partir de ahora, se especificará en su contrato. Rechazará cualquier desnudo y tendrá el control total sobre las escenas de sexo en las que aparezca.
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