El 6 de mayo era el día señalado en el calendario de todos aquellos que quisieran conocer, en profundidad, la figura de Michelle Obama. Netflix lanzaba ‘Becoming: mi historia’, un documental para sacar a la luz la cara más humana de la exprimera dama de Estados Unidos y que no ha defraudado. Porque, entre otras cosas, ha puesto sobre la mesa una amistad desconocida y que la descubre como mucho más cercana de lo que ya nos imaginábamos por los gestos que tuvo mientras fue inquilina de la Casa Blanca.
Pocos sabrían decir a bote pronto, y antes del visionado de esa producción audiovisual, quien es Allen Taylor, pero lo cierto es que, para ella, es una pieza fundamental en la vida de sus últimos años. En un principio, tan solo fue el hombre que se encargaba de su seguridad. El paso del tiempo y la cantidad de horas guardándole las espaldas a Michelle, provocó que se creará una relación de amistad indestructible.
Y el documental, lo muestra. Porque la señora Obama le da su sitio. «Allen se parece más a un hermano que a un agente de seguridad«, revela sobre la persona que se ha encargado de que estuviera a salvo durante los últimos 12 años de su vida. Un tiempo más que razonable como para que se conozcan el uno al otro y haya esa complicidad que no se oculta en pantalla.
Tanta, que les da hasta para bromear. Sentada en la parte trasera del coche conducido por Taylor, Michelle tira de sentido del humor y dice: «He pasado mucho tiempo mirando la parte de atrás de su cabeza«. Y eso, quieras que no, crea un vínculo. Reconoce además que, aunque no se meter en el terreno de la seguridad, sí le hace preguntas sobre su trabajo. Como curiosidad, no como quien trata de buscar un resquicio para aconsejar o dirigir. La confianza en él, es plena. De no ser así, no llevarían colaborando, codo con codo, más de una década.
Esta sigue con el tono distendido, asegurando que, si llegara el momento, estaría capacitada para defender la integridad del hombre que defiende la suya. Él le responde que no le cabe la menor duda. Han aprendido juntos. Forman un equipo perfecto y, al menos lo que hemos podido ver, la lealtad del uno con el otro, es máxima.
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