A pesar de la situación de crisis sanitaria que se vive estos días en todo el país, la noticia del fallecimiento de Lucia Bosé ayer a los 89 años, víctima del Covid-19, ha provocado una honda impresión en la sociedad española. En los medios se ha destacado su impresionante trayectoria como actriz y el papel de matriarca que desempeñó en la dinastía Bosé-Dominguín. Con una biografía tan inabarcable como la suya, aspectos de su vida que en los obituarios se han mencionado de pasada darían para capítulos enteros.
Uno de ellos, por ejemplo, fue la relación que le unió al cantante melódico Camilo Sesto. También el clásico de la música española que surgió de aquel tiempo que pasaron juntos: ‘Amor, amar’.
Los dos artistas se conocieron en 1971, en un momento decisivo en sus vidas y carreras. Lucia Bosé ya estaba oficialmente separada del torero Luis Miguel Dominguín, al que había dejado en 1967, cansada de sus constantes infidelidades, y había retomado con ilusión su trabajo como actriz. A las órdenes de directores italianos de la talla de Federico Fellini o los hermanos Taviani, también se puso en manos de cineastas de la nueva ola española como Pere Portabella, Basilio Martín Patino o Jaime Camino.
Por su parte, Camilo Blanes ya había adoptado el apellido artístico de Sesto y daba sus primeros pasos como solista tras una etapa al frente del conjunto pop Los Botines. Junto al músico y productor Juan Pardo ultimaba su disco de debut, ‘Algo de mí’, que incluía la canción del mismo título que se convertiría en su buque insignia. En aquel Madrid de las ‘boites’ y las noches infinitas, no era difícil que los artistas y la alta sociedad coincidieran en los mismos lugares. Para el de Alcoy cruzarse con aquella actriz de la que había quedado prendado siendo un niño, cuando la descubrió en la película ‘Muerte de un ciclista’, fue algo parecido a una fantasía hecha realidad.
Él tenía 25 años y ella entraba en los 40, pero la diferencia de edad no fue un obstáculo para que sus sensibilidades conectasen profundamente. A ambos les acompañaba cierto divismo congénito, un sentido del humor socarrón e incorrecto, y una absoluta indiferencia por el qué dirán. También una intensidad emocional de alto voltaje.
Algo de mí, algo de ti
Contaba el cantante, que un día, trasteando entre la biblioteca de Lucia, encontró un libro de poemas escrito por ella. Aunque estaban en italiano, Camilo entendía la lengua y quedó conmovido por la belleza de aquellos versos. Le preguntó si podía intentar poner música a alguno de sus poemas y convertirlos en una canción. En concreto, había uno que hablaba de las heridas del amor, de la soledad y la melancolía, en el que se veía muy reflejado. La actriz le dio permiso y él asumió el compromiso de componer una canción a la altura de esa letra.
Si suena a película es que todo va bien»
Durante un viaje en un Seat 1430 tras un concierto, de vuelta a Madrid, cuando pasaba a la altura de Córdoba, Camilo sintió la inspiración. En el asiento de atrás de aquel coche de alquiler, sonó en su cabeza un mi menor, luego un fa, después un sí menor y comenzó a tomar forma una melodía que para él tenía ecos del filme Lawrence de Arabia. «Si suena a película es que todo va bien», se dijo a sí mismo. A la letra de Lucia Bosé sólo le añadió unos versos que acabaron siendo el estribillo de la canción: «Amor, si tu dolor fuera mío, y el mío tuyo, qué bonito sería, amor, amar».
Incluída en su segundo LP, ‘Sólo un hombre’, publicado a finales de 1972, ‘Amor, amar’ se convirtió en otro de los grandes éxitos del repertorio de Camilo Sesto, una canción que ya no abandonó nunca su repertorio. Volverían a escribir juntos otra canción un par de años más tarde, ‘Mi verdad’, pero no tuvo la repercusión de aquella. La pasión entre ambos se fue apagando y su historia de amor devino en amistad. Cuando Miguel Bosé emprendió su carrera musical poco más tarde, Lucia pidió a Camilo que que le compusiera dos temas, Soy y Es tan fácil. Puede que no fueran lo que un cantante de pop juvenil necesitaba para darse a conocer al gran público, pero con una carta de presentación así se abrían muchas puertas en las casas discográficas.
Su historia permaneció como un romance secreto durante muchos años
Sólo los más cercanos conocieron aquella historia de amor. Celosos y discretos a pesar de sus divismos, permaneció como un romance secreto durante muchos años, hasta que Camilo Sesto rompió el silencio. «Era una mujer independiente, libre, de una personalidad arrolladora», escribió sobre ella en 1983 en su libro Biografias y memorias. «Nos hicimos amigos íntimos muy pronto. De una intimidad total, absorbente, irrepetible», continuaba para apostillar: «Es una de las mujeres que más he querido y que sigo queriendo con más dedicación; como en la época en la que estuvimos juntos».
Camilo confirmaba así una historia de amor que habían mantenido en la discreción hasta entonces. Lucia Bosé no la confirmó. Tampoco cuando el cantante falleció el pasado septiembre. Si se le preguntaba por la naturaleza de su amistad, la diva siempre respondía fastidiada lo mismo: «Las cosas importantes no se cuentan nunca».
Fuente: Leer Artículo Completo