La evolución del estilo Cartier, el lenguaje distintivo de la Maison, su diseño y su savoir faire son los protagonistas de la última exposición de la firma de joyería, que se ha inaugurado en el Museo Jumex de México y que lleva por título El diseño de Cartier: Un legado vivo. La muestra, que se puede visitar hasta el 14 de mayo, recorre la historia de Cartier a través de una selección de sus joyas más icónicas, con más de 160 piezas de la legendaria Colección Cartier, así como de colecciones privadas y documentos de archivo.
La exposición se divide en cinco secciones temáticas, entre las que se encuentra el gusto de Jeanne Toussaint, y precisamente su historia es el punto culminante de la muestra. Toussaint se convirtió en 1933 en la primera mujer directora creativa de la Maison y aportó la visión de Louis Cartier a una sociedad en permanente evolución. Una profunda investigación documental de los Archivos Cartier revela el proceso creativo de la Maison y cuenta la historia de personajes que adquirieron y lucieron estas incomparables piezas.
Todas ellas son auténticos objetos de diseño, testimonio del patrimonio de Cartier, de su importancia histórica y de su actualidad. Y entre quienes no han querido perderse esta exposición se encuentra Mónica Anoz, influencer y estilista por el Instituto Marangoni de Londres, y muy vinculada al mundo de las joyas. Tras viajar a México, Anoz nos cuenta que lo que más le ha impresionado de la exposición es «la capacidad de Cartier para sumergirte en la cultura y riqueza de un país por medio de las joyas».
Una exposición que ella recomienda visitar sin dudarlo: «Es una exposición preciosa, empieza con el Pyramid clip brooch que hace referencia a México y continúa con piezas de distintos estilos y épocas. Me llamó mucho la atención el espacio diseñado por Frida Escobedo, una arquitecta mexicana que conocí gracias al viaje, y la selección de piezas de Cartier tan bonita que hizo Ana Elena Mallet».
Del legado de Cartier Mónica Anoz se queda con «la inmortalidad de las joyas, me encantó escuchar en la mesa redonda como una joya no es únicamente un accesorio decorativo sino que sirve para marcar momentos importantes en la historia y sin duda Cartier estuvo en muchos de ellos».
La exposición es toda una invitación a descubrir joyas icónicas y admirar piedras preciosas que pocas veces se pueden ver tan de cerca. Mónica no duda a la hora de contar cuál es su piedra preciosa favorita y la que más le transmite: «El diamante, es la piedra más excepcional que hay y la más única además de que me encanta su luz y el hecho de que se pueda tallar de tantas formas distintas le da una personalidad diferente».
Para Mónica, este ha sido un viaje muy especial y el mundo de las joyas no le es ajeno, ya que su abuela era diseñadora de joyas, y eso ha marcado parte de su vida y experiencias: «He tenido la suerte de haber podido acompañar a mi abuela a sus viajes de trabajo desde que soy pequeña, desde comprar piedras en Tailandia a visitar fabricas en Italia. Pero de todo lo que he aprendido me quedo con que las joyas forman parte de una familia, de la mía sobre todo. Mi abuela nos ha transmitido a todos su pasión por las joyas y lo que representan y esto va a perdurar en el tiempo, aunque el tiempo pase sus joyas siempre avivarán recuerdos familiares y aunque no me dedique a ello sí que he heredado la capacidad de apreciar la belleza y el valor en una joya».
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