La fascinante historia de James Dyson, el millonario creador de los famosos secadores y aspiradoras que ha inventado un nuevo respirador en solo 10 días

James Dyson es ese hombre hecho a sí mismo, visionario, convencido de que se aprende más de los errores que de los aciertos, responsable de la revolución de los electrodomésticos más cotidianos de nuestro hogar como las aspiradoras y los secadores, defensor del Brexit, considerado el Steve Jobs del Reino Unido, uno de los hombres más ricos del Reino Unido con una fortuna que, según Bloomberg, superaría los 10 millones de dólares. Nacido en una familia de clase media en Norfolk, perdió a su padre, profesor de instituto, cuando tenía 9 años como consecuencia de un cáncer. Estudió diseño de muebles en el Royal College of Arts de Londres y fue allí donde comenzó a interesarse por el diseño industrial. Pero, en realidad, su aspiradora sin bolsa llegó buscando una solución para su propia casa enmoquetada. Hasta entonces -1993- las cosas no habían sido tan boyantes. Se casó con su actual mujer -la misma desde hace 52 años- Deirdre Dayson cuando aún eran estudiantes -ella en la Escuela de Arte de Wimbledon- y salieron adelante como pudieron, a base de créditos. Cultivaban sus propias verduras, James preparaba pan y trabajaba por las noches en una gasolinera para llegar a fin de mes mientras trataba de inventar la aspiradora perfecta. Nacieron sus tres hijos y Dyson seguía empecinado en su aspiradora siempre, eso sí con el apoyo de Deirdre ahora propietaria de un negocio de alfombras exclusivas. Llegó a hacer 5.000 prototipos hasta dar con ella, contó la propia Deirdre a The Times hace apenas cinco años.

Con 72 años, caballero del Imperio Británico desde 2006, presidente de su propia compañía, es ahora la nueva esperanza para su país. El Gobierno británico ha encargado a Dyson la fabricación de 10.000 respiradores para tratar a pacientes con coronavirus. El encargo lo recibió, en realidad, hace diez días y el respirador ya está inventado y preparado para su fabricación en la histórica base de la fuerza aérea RAF Hullavington, donde la compañía diseñaba su coche eléctrico antes de trasladar el proyecto a Singapur el año pasado y finalmente cancelarlo. El respirador se llama CoVent y lo ha diseñado desde cero para atender las necesidades específicas de los pacientes afectador por el COVID-19. A principios de abril tendrá listo el encargo. Además, donará 5.000 para tratar de amortiguar la pandemia internacional.

El respirador que Reino Unido le ha pedido y Dyson ha creado es “seguro, eficaz, eficiente en la conservación de oxígeno, fácil de usar, montado en la cama, portátil y no necesita suministro de aire fijo”. Cumple, además, “con las especificaciones médicas para abordar las necesidades clínicas específicas de los pacientes con COVID-19”. Es la exigencia del gobierno británico que los dispositivos cumplan con las exigencias de seguridad y con todos los requisitos reglamentarios antes de que los utilicen los sanitarios del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido. El ministro de Negocios, Alok Sharma, ha pedido a Dyson ver los prototipos antes de la producción a gran escala para comprobar que todo marcha según lo indicado.

“El desafío principal era cómo diseñar y entregar un producto médico nuevo y sofisticado en volumen y en un espacio de tiempo extremadamente corto", ha contado en un comunicado el empresario que ha trabajado junto a TTP, The Technology Parthership y la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos para el Cuidado de la Salud (MHRA) durante todo el proceso.

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Dyson, best known for its vacuum cleaners and hand dryers, has received an order from the UK government for 10,000 ventilators to support the country's efforts to treat coronavirus patients. "This new device can be manufactured quickly, efficiently and at volume," James Dyson, the company's billionaire founder, wrote in a letter to employees. "The race is now on to get it into production." The new ventilator, called the "CoVent," was designed and built in 10 days after Dyson received a call from UK Prime Minister Boris Johnson. A company spokesperson said the ventilators would be ready by early April. Dyson, who has wealth worth $10 billion, according to Bloomberg, said he would also donate 5,000 units to the international effort to tackle the pandemic. (?: Cate Gillon/Getty Images)

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La pandemia ha cogido al mundo sin la tecnología para hacerle frente y los respiradores son unos de los instrumentos que más están necesitándose en los hospitales -además de materiales más sencillos pero que ahora también están resultado difíciles de encontrar como mascarillas, guantes o trajes protectores para los sanitarios y trabajadores que atienden a los pacientes contagiados-. De ahí que compañías de otros sectores estén reorientando sus producciones para diseñar lo que ahora mismo hace falta: respiradores. Gtech, especializada en aspiradoras y herramientas para el jardín, se ha sumado a la carrera por el respirador. En Estados Unidos, Ford ha anunciado que trabaja con 3M y GE Helthcare para producir ventiladores y equipos protectores y GM y Tesla también se ha comprometido a construir respiradores. El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha presentado un respirador manual, E-Vent, que cualquiera podría fabricar (van a publicar los planos y las instrucciones en internet para hacerlo cuando esté probado) y mientras, se usan alternativas inesperadas como la máscara de buceo que vendía Decathlon a 25 euros y los médicos del hospital Montepríncipe de Madrid la han convertido en respirador para los casos leves en los que no es necesaria la intubación del paciente.

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