No es algo tan nimio, el dress code influye directamente en nuestra vida a muchos niveles, y no solo para rendir más o menos en el trabajo, también el efecto pijama se traslada a otras capas de tu vida y no precisamente para bien. Estas son las consecuencias del efecto pijama que deberías evitar poniendo atención a tu código de vestimenta diario durante la cuarentena por coronavirus.
Acabarás más tarde tu jornada laboral
Establecer una rutina es importantísimo, tanto para lograr una buena higiene mental como para delimitar el espacio que ocupan tus actividades diarias. El pijama es una prenda que generalmente se asocia con el descanso, con un momento de desconexión y calma e incluso de ocio, por lo que mantener ese “dress code” al ponerte a trabajar desde casa por la mañana va a hacer muy difícil entrar en el modo trabajo.
No solo te va a costar más empezar a trabajar, también tu jornada se va a alargar más a causa de esa falta de límites en tus actividades rutinarias. Según explica el psicólogo Hugo Onaindia del centro de psicología Equilibria “intentar que esto no suceda pasa por un compromiso con los horarios y sobre todo con las nuevas rutinas, es buena idea tener actividades como una ducha, vestirse o hacer un poco de deporte en casa para ayudarte a hacer la transición del modo “trabajo” al modo ”ocio” o viceversa”.
Por tanto buscar esas transiciones entre actividades te va a facilitar mucho el día a día, ponerse y quitarse el pijama es parte de estas transiciones que te sirven para pasar de una actividad a otra de una forma más delimitada. “La búsqueda de contacto social después de la jornada puede ayudar a hacer la transición a la rutina de noche, una llamada a la familia o algún amigo siempre es buena idea” añade Onaindia.
Se resentirá tu autoestima
Te habrá pasado más de una vez y más de dos, verte desaliñada, con el pelo desarreglado, en pijama durante días y sin cuidar de tu imagen personal afecta directamente a tu estado de ánimo y, por ende, a tu autoestima. Nuestro consejo por supuesto es que salgas del modo pijama y lo relegues como mucho a los fines de semana, cuando tu actividad va a ser más tranquila y ociosa, y el resto de la semana te vistas a tu gusto, incluso puedes maquillarte un poco o peinarte para verte mejor y así mejorar tu ánimo que estos días puede ser que sea más frágil por la situación que nos está tocando vivir en el país.
El psicólogo Hugo Onaindia explica que “seguir manteniendo tu productividad laboral mantendrá tu autoestima alta, pero no consideres el trabajo como única fuente de autoestima, verte bien y disfrutar del presente con los tuyos, haciendo mas fuerte ese vínculo, es muy importante.” Un motivo más que suficiente para aparcar el pijama hasta la hora de acostarte.
El tiempo pasará (indefectiblemente) más despacio
En este punto volvemos a hablar de la importancia que tiene establecer rutinas delimitando actividades. Si no lo haces te arriesgas a que todos tus días sean muy parecidos y esto hace que el tiempo parezca que transcurre más despacio.
En situaciones que requieren de mucha atención o estresantes, nuestro cerebro se acelera, sin embargo en los momentos de ocio y calma la percepción del tiempo es más lenta. ¿No te parecían tus veranos eternos en la infancia?.
Si a la ausencia de luz natural en el confinamiento le sumas el efecto de pijama al no delimitar los espacios de actividades diarias (con la consiguiente dificultar para entrar en el modo trabajo que comentábamos antes), el fluir de los días parecerá más lento y esto además repercutirá en tu estado de ánimo. “Cuando fluyes el tiempo pasa volando mientras que si te implicas en actividades poco exigentes al principio te crearán una satisfacción inmediata pero al poco tiempo te aburrirás y te bajara el ánimo” explica Onaindia.
Invita a procrastrinar y a la apatía
Vale, el pijama es muy cómodo, pero ya te hemos contado que al ser una prenda que se asocia con el descanso, la calma y la tranquilidad te va a costar más trabajo entrar en “modo on”. Estar calentita con tu pijama invita a la apatía y a procrastinar. Es mucho más fácil dejarse llevar por el pecado capital de la pereza estando en pijama y sin acicalar que si te has duchado, te has vestido (aunque sea con ropa cómoda) y maquillado ligeramente.
Hugo Onandia nos ofrece un apunte a este respecto, “es normal una bajada en tu tono vital en estos momentos pero esto no debe hacer que procrastines. Estos niveles de incertidumbre tienen que impulsarte a controlar lo que tú puedes controlar, pon atención plena en tu presente, a tu día a día en la cuarentena”. Por lo tanto aplica el mindfulness en tus días, acoge aquello que te haga sentir bien como una ducha caliente, un rojo de labios o una copa de vino mientras cocinas, verte bien y sentirte bien en el día a día es fundamental para que te sientas más animada y seas más productiva.
Aumentarás de talla
Los pijamas suelen ser prendas sueltas, cómodas, que dan de sí fácilmente. No aprietan y son muy confortables, pero no dejan que seas consciente de tu figura ya que no suelen ceñirse al cuerpo o no son prendas que aprietan cuando subes de talla como puede pasar con unos vaqueros. Por este motivo te va a ser más difícil darte cuenta de que estás cogiendo peso y tardarás más en ponerle remedio.
Otra razón por la que sufres el riesgo de aumentar de talla es que en pijama estás en modo descanso, en modo ocio, en modo peli y mantita, en modo snacks, ese es un peligroso modo “todo vale” que está bien por un día, por ejemplo un día del fin de semana, pero que si se hace algo habitual en tu vida te va a hacer comer de más. En estos momentos de incertidumbre la ansiedad puede ser ya suficiente motivo para visitar más veces de lo debido la nevera por lo que será mejor que no añadas más elementos que puedan hacer tambalearse tu dieta saludable.
Hay un montón de ropa cómoda que es perfecta para estar en casa sin necesidad de andar todo el día en pijama. Relega la “ropa de noche” para el momento de acostarte y traza un plan diario delimitando actividades y, por supuesto, para subir tu nivel de bienestar y dar paso a una eficiente rutina semanal, una buena higiene, vestirse y arreglarse un poco para verte mejor son claves. ¡Ánimo!
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