¿Las uvas engordan? Esto es lo que nos aporta esta fruta

Las gran lista de variedades de uvas que existen es interminable. Las uvas rojas, las moradas, las verdes… incluso las hay hasta sin pepitas. Las solemos consumir en racimos como postre, snack, en zumo, como acompañamiento de algunos platos… y no podemos olvidarnos que es la fruta de donde proviene el vino, eso sí, solo de aquellas que son propicias para su elaboración.

Es una fruta muy popular gracias a su textura y sabor tan dulce que para muchos podría parecer que estuviera comiera una chuche. Pero esto a su vez, le ha creado algo de mala fama ya que de esta fruta se dice que es de las peores para las dietas por su alto contenido glucémico, aunque en realidad tiene un nivel medio. Todo en su justa medida es perfecto por lo que te vamos a dar una alegría y te vamos a mostrar cuáles son todas las propiedades buenas que tiene esta fruta para que de una vez derribes los mitos que la rodean.

Si estás en una dieta de adelgazamiento, con comer un puñado de uvas siempre sin excederte en la cantidad, unos 100g es la media recomendada, no causaría mayor problema. Si lo haces en las primeras horas del día (y la evitas en la cena) mucho mejor, ya que podrás quemar las calorías a lo largo de la jornada. Además, entre sus nutrientes se encuentran las proteínas, vitamina C, fibra, potasio y hierro.

Beneficios de las uvas

Previene el cáncer: las uvas son conocidas por su alto contenido en antioxidantes que son poderosos a la hora de prevenir esta enfermedad sobre todo,, el cáncer de colón, de páncreas, de próstata, de lengua y de boca.

Evita enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial: comer unas cuantas uvas al día disminuye el riesgo de sufrir cardiopatías, especialmente la isquémica y ateroesclerosis gracias a su alto contenido en flavonoides, que son los encargados de limpiar la sangre en las arterias y la formación de placas de colesterol.

También son buenas para la salud de la piel: al ser antioxidantes naturales nos ayudan a vencer los radicales libres que intervienen de forma decisiva en el envejecimiento de la piel

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