QUÉ HA PASADO
• Débora rompe con Marcelo.
• Chabela fallece.
• Andrés recupera la memoria.
• Lola se casa con Diógenes para que interne a Soledad en un psiquiátrico privado.
Débora aprovecha que Andrés está totalmente ebrio para convencerlo de que se casen y así vengarse de Lola. “Lo haremos donde ella siempre soñó, en Las Vegas”, sentencia el joven. Adela no tarda en enterarse de sus planes y consigue alertar a Lola. Sin dudarlo, sale en su búsqueda y aparece en la capilla justo cuando Andrés está a punto de dar el “sí, quiero”. “Yo me casé por necesidad. No cometas el peor error de tu vida solo por despecho”, le suplica, pero es en vano. “Me he dado cuenta de que la única mujer que siempre me ha querido es Débora”, dice él.
De regreso a casa, Etelvina reprocha a Lola su comportamiento: “Pécora. Voy a hacerte la vida imposible”. Ya en su cuarto, la chica llora por haber perdido al amor de su vida y busca el consuelo de su tía Chabela. “Estaré contigo hasta el día que puedas llorar de felicidad”, promete esta. Diógenes, que vigila todos sus movimientos gracias a las cámaras que ha instalado, la ve hablando sola y teme que esté volviéndose loca. Ante la insistencia de Rodrigo, Sofía acaba reconociendo que es el padre de Andrés.
El fraude de Marcelo y Ramón es descubierto
Débora llega a la mansión Santacruz con sus maletas y todos se sorprenden al verla. “Me casé con Andrés”, anuncia. Victoria celebra haber cumplido su sueño de emparentar con una familia rica.
Diógenes finge un problema en el corazón para presionar a Lola a que permanezca a su lado. Horas después, se reúne con el doctor Pantoja y le chantajea con mostrar un vídeo donde abusa de una de sus pacientes si no colabora en su plan. “Lamentablemente le quedan pocos meses de vida. Es importante que cuente con el afecto de su esposa”, miente.
Se celebra la lectura del testamento de Laura y Andrés hereda casi todos sus bienes. “Si esa fue su última voluntad por algo será”, dice Sofía para evitar que su sobrino renuncie. Esa misma noche, Rodrigo busca a Andrés y le lleva a ver a Soledad para que entienda por qué Lola se casó. Ramón pilla a Victoria en la cama con Héctor. Totalmente fuera de sí, la apunta con un arma y, semidesnuda, la echa de casa. “¡Descarada! ¡Nunca debí sacarte de aquel burdel!”, grita delante de los vecinos.
Andrés asume la dirección de la empresa y su primera medida es hacer una auditoría. Marcelo y Ramón sobornan a un empleado para que borre todos los archivos, pero León guarda una copia. Así, el mayor de los Santacruz prueba que han estado malversando dinero y les exige que presenten su renuncia.
Etelvina, por su parte, se declara a Diógenes y se lanza a su labios. “Nadie en su sano juicio podría estar contigo”, la desprecia él. Muy dolida, la señora le revela que ya sabe que está fingiendo su enfermedad y lo chantajea con contárselo a Lola: “A partir de ahora me tratarás con respeto y me incluirás en tu testamento”.
Débora se encapricha con una mansión en Beverly Hills y Andrés acepta comprarla. Nada más instalarse allí, la joven celebra una fiesta y Victoria va con su amante. Ramón también está entre los invitados y se arma una pelea. Diógenes y Lola salen a ver qué sucede y se quedan boquiabiertos al conocer la identidad de sus nuevos vecinos.
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