Lanzarote, Puglia, Costa Amalfitana…hay destinos que sin saber muy bien por qué de la noche a la mañana se convierten en todo un éxito a visitar tanto por viajeros especializados como influencers, celebrities y personas de nuestro entorno más cercano. Justo eso lleva ocurriendo desde el pasado 2018 con una de las ciudades más importantes de Marruecos: Marrakech.
Junto con Rabat, Fez y Mequinez, Marrakech es una de la cuatro ciudades imperiales de Marruecos y en la actualidad probablemente esta considerada la más turística, vibrante y caótica de todo el país. Conocida como la Ciudad Roja, el mejor consejo para aquella persona que lo visita por primera vez es dejarse llevar por este enclave repleto de callejuelas, mercados, zocos, plazas, mezquitas, riads y tiendas artesanales decoradas con un sinfín de colores que enamoran desde el primer momento que posas los ojos sobre ellos.
No es de extrañar que el diseñador francés, Yves Saint Laurent se enamorara de ella en 1966 y nunca más la dejara escapar, convirtiéndose casi en su segundo hogar. ¿La descubrimos?
Puntos clave a visitar:
-Dejarte impresionar por la inmensidad de la Plaza de Jamaa el Fna, el centro neurálgico y el lugar más famoso e importante de toda la ciudad.
-Deambular, perderse, volver a encontrarse y comprar todo aquello que te puedas imaginar en el gran Zoco, en el corazón de la Medina y ubicado en un lateral de la plaza principal. Un laberinto de bulliciosas (y en ocasiones agobiantes) callejuelas donde se venden todo tipo de productos de artesanía, especias, babuchas, juegos de té, ropa, cosméticos y demás imprescindibles en tu paso por Marruecos.
-Relajarse en uno de los hammam que ya conforman Marrakech. Estos baños termales, parecidos a los spa pero con tratamientos marroquíes son todo un ritual del que saldrás 100% renovada y como si estuvieras en una nube. El Hammam Rosa Bonheur y Les Bains d’ Orient Marrakech pueden convertirse en la mejor de tus opciones.
-Visitar los Jardines Majorelle, diseñados por el artista francés Jacques Majorelle y rehabilitados en 1980 por el diseñador Yves Saint Laurent que pasaron a ser de su propiedad junto con Villa Oasis.
-Acercarte hasta la Mezquita Koutoubia, el gran icono y el centro religioso más importante de Marrakech que finalizó su construcción en 1158. Su nombre significa ‘la mezquita de los libreros’ y tienen prohibida la entrada todos aquellos que no sean musulmanes, al igual que el resto de centros de culto de la urbe.
-Buscar y encontrar las Tumbas Saadíes datadas del siglo XVI que fueron descubiertas por primera vez en 1917.
-Visitar el Palacio Bahia, una de las obras más relevantes de toda la ciudad de las que es posible su acceso al interior.
-Dar un paseo por el no tan frecuentado barrio judío de Marrakech (La Mellah).
-A unos 4 km de distancia del centro de Marrakech se ubica El Palmeral, el enclave perfecto para hacer una excursión en quad o en camello pero sin alejarte demasiado de la ciudad. Un ecosistema de árboles frutales, plantas y sobre todo palmeras que evocan el Marruecos más auténtico.
-Cuando tus piernas no den para más de tanto caminar, puedes relajarte en algunos de los espectaculares beachclub (Nikki Beach, La Plage Rouge, Fiesta Beach Marrakech) que están repartidos por toda la ciudad, perfectos para combatir el calor del día, darse un buen chapuzón, tomar refrescantes cócteles y disfrutar como si no hubiera mañana…todo ello al ritmo de la música más comercial del momento.
-Hacer una excursión a las Cascadas de Ouzoud, unas de las cataratas más importantes y relevantes del norte de África.
Dónde dormir en Marrakech:
No se puede hablar de lugares donde dormir en Marrakech y no recomendar un icono de la ciudad como es La Malmounia, el antiguo palacio reconvertido en hotel desde 1923. A lo largo de las décadas han pasado por esta joya marroquí todo tipo de personajes ilustres desde políticos, escritores, artistas, actores, cineastas, diseñadores y demás celebridades que se han dejado conquistar por su elegancia, privacidad y sofisticación. Un viaje al pasado sin olvidar el presente, un mundo que sin duda merece mucho la pena descubrir.
Si tu bolsillo no te permite alojarte en este magnífico palacio, que no cunda el pánico; podrás entrar y tomar algo en su bar, además de pasear por sus jardines de los que no desearás salir y solo querrás que el tiempo se detenga de por vida.
Por fortuna en Marrakech también podemos encontrar otro tipo de alojamientos más económicos pero de una belleza y una decoración que hará delicias de nuestro feed de Instagram. Sí, hablamos de los RIAD. Se conocen así a las casas o palacios tradicionales de la arquitectura marroquí que cuentan con jardines o patios en su interior. Se podría decir que son parecidos a los hoteles boutique que podemos encontrar repartidos por el resto del globo, pero con un encanto de lo más especial.
No hace mucho, en la primavera de 2019, abrió sus puertas Riad L’Atelier (33 Rue Tachenbacht), ubicado en el corazón de Marrakech y a pocos pasos de las principales atracciones turísticas de la ciudad, concretamente en el barrio más antiguo conocido como Kaar Benahid.
Este proyecto es el sueño de Julia y Mauro, una pareja de jóvenes españoles que han decidido crear un espacio de 5 habitaciones que rodean un elegante patio acompañado de jardines y una piscina de lo más apetecible. La decoración sigue los patrones de la estética árabe y los azulejos son uno de los principales atractivos del lugar, además de los elementos decorativos que se pueden encontrar en cada una de las estancias que rinden homenaje a los mercados de antigüedades y a los productos vintage. Un oasis repleto de modernidad pero sin olvidar lo tradicional, del que no desearás salir en tu estancia en Marrakech. ¡Toda una delicia de alojamiento!
La deliciosa gastronomía típica marroquí:
¿Y aquí no hemos venido a comer? ¡Por supuesto que sí! Marrakech puede presumir de contar con una gran variedad de productos y platos típicos con los que disfrutar en tu estancia en Marruecos. El tajín, el cuscús, el kebab, las brochetas, el té, las especias o los dulces marroquíes como los shebbakiyya o el briwat, son algunos de tus imprescindibles que no pueden faltar en tus comidas o cenas en la ciudad. Y ahora lo importante: ¿dónde degustar estas delicias de la gastronomía marroquí?
-En los caóticos puestos de comida repartidos por la Plaza de Jamaa el Fna donde los pinchos de diferentes variedades están a la orden del día.
– A pesar de ser un lugar frecuentado por turistas, La Cantina Des Gazelles no ha perdido su esencia y se puede probar un espectacular tajín o cuscús que te dejará feliz y con el estómago lleno.
-Merece la pena desplazarte hasta Le Trou au Mur donde la decoración del local, así como su comida marroquí cuidada y sofisticada te conquistará desde el primer minuto.
-No perderte Le Jardín, uno de los restaurantes que más te recomendarán en tu visita a Marrakech. Su presentación cuidada, la calidad de sus platos y la decoración del local son de 10.
-Para los más sibaritas tienes Le Foundouk y su comida auténtica, privacidad, elegancia y un servicio impecable. ¿Qué más se puede pedir?
-Subir hasta a la azotea del Café Atay donde desayunar, tomar un té para reponer fuerzas o cenar al atardecer con las impresionantes vistas de la ciudad de fondo.
-Para un rápido y sabroso picoteo, has de ir hasta Blackchic Café. Sus tapas, ensaladas y platos marroquíes, además de sus zumos y limonadas son de lo más recomendables.
La segunda casa de Yves Saint Laurent:
En 1966, Yves Saint Laurent tenía 30 años cuando visitó por primera vez junto con su pareja Pierre Bergé esta caótica ciudad de la que se quedaron prendados al instante. Fue tanto su flechazo que al año siguiente, el diseñador de moda ya se había comprado una casa en la ciudad, la casa de la serpiente. En los 80 adquieren la conocida como Villa Oasis y los Jardines Majorelle (en la actualidad las cenizas del diseñador descansan aquí) donde se pueden apreciar una gran cantidad de especies de plantas que versan desde las palmeras, los bambú, los cactus o las plantas acuáticas.
Uno de los últimos encargos de Pierre Bergé antes de su fallecimiento fue crear un museo en honor al maestro, ubicado a pocos pasos de los Jardines Majorelle. Una retrospectiva que rinde homenaje a Saint Laurent de 4000 m2 donde se pueden encontrar creaciones del diseñador permanentes, así como exposiciones temporales de lo más cautivadoras.
¿Nos dejamos conquistar por esta joya de Marruecos?
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