Osé, el juguete sexual "prohibido" que pretende destronar al Satisfyer

A estas alturas, el famoso Satisfyer ni siquiera necesita presentación. Este succionador de clítoris se ha posicionado como un superventas mundial. Pero ahora bien: que sea el más vendido no significa necesariamente que también sea el mejor. O al menos no el más completo. Y es que acaba de salirle un duro competidor. Se trata de Osé, un juguete sexual que combina la estimulación del clítoris con penetración. Es tan puntero que sus creadores se rehúsan a llamarle “juguete”, alegando que se trata más bien de “tecnología sexual”.

Un nombre bien merecido, puesto que ha sido creado con microrobótica, que es precisamente lo que le da el poder de ofrecer orgasmos más intensos que cualquier otro aparato sexual. Con esta técnica han conseguido que el movimiento de Osé emule al de una lengua, con un patrón de movimiento que ofrece una sensación muy parecida a la del sexo oral.

Osé, el juguete sexual que fue premiado… y después censurado

Creado por la compañía Lora DiCarlo, este juguete sexual recibió el año pasado el premió a la innovación en la prestigiosa edición del CES (Muestra de Electrónica de Consumo), alabando su alta tecnología. Sin embargo, la propia organización decidió retirarle después el galardón. ¿El motivo? Alegaban que no cumplía con los criterios de la feria, donde no se podía presentar un invento que fuese “inmoral, indecente, profano, obsceno o que no promoviese la imagen del CES”. Algo de lo que sus creadores se quejaron, iniciando un movimiento en redes donde preguntaban: «¿Por qué el CES se siente amenazado por las mujeres empoderadas y los productos que las empoderan?».

Por suerte, después de ejercer presión sobre ellos, los jueces decidieron devolverle el premio a Osé y no censurarlo.

¿Cómo funciona Osé?

La empresa asegura que con sus inventos tiene el objetivo de “crear un mundo sexualmente equitativo, donde todos los géneros y sexualidades encuentren herramientas que les ayuden en su camino hacia el placer”. Por eso Osé no es el único juguete sexual en el que están trabajando. Pero sí es el más popular.

A diferencia de otros, este se amolda a la zona pélvica. Una vez has encontrado la posición que mejor se adapta a ella, al ponerlo en funcionamiento, cumple con dos objetivos. Por un lado, llegar al punto a G a través de la penetración y con la ayuda de una bola en su interior que se va moviendo como si fuesen dedos. Y, por otro, estimula el clítoris a través de una apertura que emula la de una boca. Esta emite una vibración para llegar al orgasmo como si de sexo oral se tratase. ¿Y lo mejor? Ni siquiera es necesario utilizar las manos, ya que se adapta y funciona por sí mismo.

Y ahora bien, ¿qué podemos hacer para conseguir este prodigio? De momento se puede comprar a través de la web oficial de sus creadores, aunque es cuestión de tiempo que comience a comercializarse en tiendas eróticas. Su precio es de 290 euros, pero las opiniones que encontramos sobre el suelen coincidir: merece la pena cada moneda invertida en él.

¡Que tiemble el Satisfyer!

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