Siempre que acababa un concierto, esperábamos con ansia el chiste que nos contaría don Juan Carlos ese día

Solo tiene 18 años pero Daniel del Valle ya ha actuado en varias ocasiones ante los reyes y ha viajado por todo el mundo gracias a su profesión como tenor solita del Coro Real Español y a haber formado parte de la Escolanía del Escorial. Su pasión por la música le viene desde niño. Con siete años empezó a estudiar piano y lenguaje musical, y solo dos años después pasó a formar parte de la institución de niños cantores de la que acaba de despedirse. Ahora, este entusiasta joven cantante está a punto de dar un vuelco a su carrera. En breve saldrá a la venta su disco Etéreo, del que forman parte temas como La vida no tiene final y Fuego (acaba de estenerlo, y el videoclip podrá verse el 3 de diciembre), títulos que dejan claro que lo suyo tiene mucho que ver con los sentimientos. Le han apoyado artistas como Carlos Baute -actuó en su boda- o Alejandro Sanz, uno de sus ídolos musicales junto a Pablo Alborán y David Bisbal. "¡Son pura magia!", confiesa.

¿Qué te movió para crear tu primera canción en solitario?
Siempre he sido muy creativo, y a la vez muy inquieto. Desde muy pequeñito componía canciones y las cantaba con mis amigos. Llegué a publicar un álbum completo en las plataformas digitales en el año 2016, pero no me convenció para exponerme a la audiencia. Finalmente lo eliminé y me relancé como artista con la publicación de mi single La vida no tiene final, dedicada a una amiga que falleció en un transplante de corazón.

¿Cómo has sentido la acogida de tu primer sencillo por parte del público?
Ha sido brutal. En cuanto a números nada del otro mundo, simplemente equilibrado con respecto a mi audiencia y la promoción que le di. Es una canción muy emotiva que no compuse con un sentido comercial, sino como un regalo a una amiga y a su familia. Muchas personas que lo han escuchado me han felicitado por el tema, y lo más importante es que algunas de ellas me venían con lágrimas en los ojos, lo cual significa, que les ha trasmitido, y esto es lo más bonito que un músico puede recibir de su público.

‘Fuego’ es tu último sencillo ¿En qué te has inspirado?
Fuego tiene detrás una historia de pasión amorosa frustrada. Una persona deja a otra, y las distancias siempre son duras, las rupturas son dolorosas, y un amor verdadero es difícil de olvidar. En ese tiempo en el que todo está tan reciente, todo lo que quiero es fuego, arder en llamas junto a ti. ¿Será una historia en primera persona? Os dejo con la intriga.

¿En qué estilo musical te encuentras más cómodo?
Obviamente provengo del género de la balada, y mi voz se adapta mejor a los tiempos lentos, los temas tranquilos. No obstante, el pop me sienta muy bien, lo llevo a mi tesitura y lo trabajo de la forma más bonita que puedo. Puede resultar difícil creer, pero la lírica/musical también es un estilo que estoy trabajando mucho, ya que me ayuda a mantener mis cuerdas vocales trabajadas y con una buena técnica.

¿Te atreverías con algo más movido?
Soy de las típicas personas que piensan que hay que probarlo todo en la vida, ¿Por qué no? Creo que voy a sorprender a mis amigos y seguidores con la música que, en no mucho tiempo, va a llegar con el nuevo álbum, Etéreo.

Como tenor solista del Coro Real Español has cantado en los teatros y auditorios más prestigiosos del mundo, así como en el Teatro Real de Madrid, Auditorio Nacional de España, Moscow International House of Music, Symphony Orchestra Concert Hall de Shanghái, Lichi Grand Theatre en Nanjing… ¿Con cuál de todas tus experiencias has aprendido más?
Creo haber aprendido mucho con todas. Son sitios diferentes, aunque a todos voy por lo mismo. Podría decirse que el que más me marcó fue, en un primer momento el Teatro Real de Madrid, ya que por el escenario habían pasado muchos de mis ídolos, y ahí estaba yo, cantando como si fuera uno más. También me gustó mucho la experiencia de los auditorios en China. Si en el auditorio había cinco mil personas, tres mil eran menores de catorce años. Fue un momento muy esperanzador porque significa que no todo está perdido cuando de música clásica se trata.

¿Qué te ha movido para unirte a la iniciativa ‘Música en Vena’? ¿Y qué has sentido al cantar en hospitales?
Conocí la fundación por la red social Instagram, y decidí ponerme en contacto con ellos para aportar mi granito de arena. Soy partidario de que el mundo funcionaría mejor si, de forma desinteresada, nos ayudamos unos a otros, y a los que más lo necesitan, y no tiene porqué ser con dinero. En mi caso es con la música, que muchas veces puede ser la herramienta más eficaz. Los hospitales son los sitios más bonitos en los que se puede actuar, o por lo menos la gente es más sincera. Ves lágrimas, sonrisas, emociones… y te llega al corazón. Nunca sabes si alguien que está pasando por un mal trago necesita de la ayuda de la música para superar, o por lo menos llevar de una forma más positiva su enfermedad.

También colaboras con la iniciativa ‘Una Medicina para Venezuela’ ¿qué es lo que te une a ese país?
Con tan solo nueve años de edad, tuve la suerte de cantar en la boda del cantante Carlos Baute, y desde entonces empecé a tener contacto con él. En uno de sus conciertos coincidí con la presidenta de la fundación, Vanessa, y me explicó en qué consistía y a qué se dedicaban. Me pareció muy interesante y quise aportar con lo que fuera. Me nombraron embajador y, desde hace dos años llevo el nombre de la fundación por todo el mundo. Puede parecer mentira, pero es que aportando tan solo una caja de pastillas, puedes salvar la vida de una familia entera, ya que en Venezuela no tienen como adquirirlas.

¿Qué se siente al recibir el apoyo y el reconocimiento de artistas de renombre como Carlos Baute o Alejandro Sanz?
Se siente mucha emoción, y a la vez aún no termino de creérmelo. Es extraño porque son personas que llevo admirando desde que era un enano y aún sigo haciéndolo. Es bonito ver cómo la vida me sonríe con este tipo de cosas.

¿Y al cantar delante de los reyes?
No dejan de ser personas normales, aunque es cierto que los nervios juegan un importante papel. Son momentos inolvidables, que dejan huella para el resto de la vida. Los reyes son muy agradecidos y simpáticos.

¿Hay algo memorable que recuerdes de esa experiencia?
He podido cantar en varias ocasiones para ellos, tanto los eméritos como los actuales. Pero si tuviera que quedarme con algo en especial… creo que sería la cercanía que expresan, siendo la figura que son. Muestran un interés gigante por la música.

¿Se te ocurre alguna anécdota que contar con ellos o con algún otro personaje famoso?
Recuerdo con claridad cómo, siempre que acababa el concierto y era la hora de saludar al rey y tomarse la foto, esperábamos con ansia el chiste que nos contaría don Juan Carlos, ya que siempre tiene uno para cada ocasión.

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¿Cuál es tu artista favorito?
Tengo varios, pero soy muy fan de Pablo Alborán, Alejandro Sanz y David Bisbal. ¡Son pura magia!

¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?
Mis abuelos siempre me dicen que sea yo mismo, y estoy totalmente de acuerdo con ellos. Es la clave del éxito, acompañada de constancia, trabajo y humildad.

¿Qué sentiste al dejar la Escolania del Escorial? ¿Fue duro?
Fue como si me hubieran quitado un pedacito de mi alma. Ha sido, sin lugar a duda, mi segunda familia. Amigos inseparables, infinitas anécdotas… fue durísimo, pero el tren pasó y he aprendido mucho en él. Yo animaría a cualquier chaval que quiera dedicar su vida a la música a formar parte de la institución.

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