Todo lo que hemos aprendido de Britney Spears esta cuarentena gracias a sus vídeos de Instagram

Dicen que los viejos roqueros nunca mueren. Las divas del pop, tampoco. Son capaces de buscar ángulos diferentes desde los que mostrarse. Caerse y levantar. Reinventarse con la misma velocidad que cambian el mundo, las modas y los intereses generales. Y si tuviésemos que elegir un exponente de todo esto, sin duda, elegiríamos a Britney Spears. Con los ojos cerrados.

Lo confesamos: ya estábamos enganchados a su cuenta de Instagram (como sus otros 25 millones y medio de seguidores) antes de que el aislamiento magnificara el poder de lo que se nos ofrece en las redes sociales. ¿A quién no le parece una maravilla digna de una estrella compartir el momento exacto en el que se oye ese ‘clac’ porque te acabas de romper el tobillo?

Pero Britney, que hace un año bajaba de nuevo a los infiernos de la rehabilitación y que a su salida tenía que sacar las uñas para defender a su familia de ciertos titulares que no le hicieron nada de gracia, tenía mucho más que ofrecer en esa ventana que es Instagram. La cuarentena tan solo le ha presentado la oportunidad perfecta para compartir y que podamos conocerla mejor. Y, por qué no decirlo, quererla más aún (y más fuerte) por los buenos ratos que nos ha hecho pasar.

La primera lección nos la daba casi recién pertrechados en nuestros hogares. El 26 de marzo, decidía mostrar al mundo uno de los últimos instantes al aire libre antes de que, también en Estados Unidos, se tomaran las medidas pertinentes contra la pandemia. Sí, ella advertía que era momento de no perder el sentido del humor, pero, más allá de eso, ponía de manifiesto que es asustadiza por naturaleza. Aunque, ¿cuántos de vosotros no habríais gritado así?

Dentro de la locura que puede parecer su vida, lo cierto es que encuentra un ratito por las mañanas para poner su mente en equilibrio. Lo hace mediante la meditación, una práctica a la que no pocos se han enganchado estas semanas para hacer más llevaderos los golpes anímicos que conlleva un confinamiento.

Ella lo advertía así el pasado 9 de abril: «¡La meditación, la oración y el ejercicio son cruciales para este momento en nuestras vidas!«. Y se ponía de lo más espiritual para convencernos de que era realmente lo que necesitábamos para no terminar subiéndonos por las paredes: «Levantar el ánimo unos a otros y ser positivos también es muy importante para mantener las frecuencias más altas en el cuerpo para ayudarnos a limpiar nuestra energía. ¡El poder de tus pensamientos también es crucial! Asegúrate de enviar buenas vibraciones, sin importar qué… Dios hará el resto».

Britney mostró que es humana al caer en una de las tentaciones estrellas de la cuarentena: el TikTok. Así se estrenaba (con dos partes), haciendo todo tipo de muecas y de movimientos sutiles a la cámara, con una música de fondo, por supuesto. ¿Qué sería Spears sin las melodías? Y acabando con esos giros imposibles que ya le costaron el disgusto de la fractura en el pie… ¡No aprender!

Precisamente a ese pie y a su recuperación parcial hacía referencia el 21 de abril, cuando su propósito era que todos intentásemos aprender una coreografía. Una locura, porque su nivel es experto y, aún así, en febrero acabó en el hospital. No estaba la sanidad como para desafiarla, pero, aún así, seguro que alguno intentó hacer estos pases mostrados a modo de maestra.

¿Queréis más lecciones? Britney las tiene. Por ejemplo, el cuidado que hay que tener con las velas. El 29 de abril lo confesaba: había incendiado el gimnasio de su casa por un descuido. No solo eso, sino que mostraba parte de los desperfectos. Lección doble: enseñar las consecuencias es doblemente pedagógico.

La artista ha querido subrayar la importancia de ser agradecidos. Mucho más después de todo lo que hemos vivido. No solo lo ha hecho en más de una ocasión con todos aquellos que se han dejado la piel en la lucha contra el coronavirus. En plena alerta sanitaria, su ‘Ooop… I did It again‘, el disco que supuso un antes y un después en su carrera, cumplía 20 años. Alguien realizaba un montaje que ella compartía previo agradecimiento a ese ser anónimo que tuvo el detalle.

Y por supuesto, para terminar de caer en todas las modas habidas y por haber y en pro de esa rutina inalterable por su compromiso con el ejercicio, Britney nos enseñaba cómo se hace un buen entrenamiento en pareja. A la vez, quedaba de manifiesto, una vez más, que con Sam Asghari parece haber encontrado a esa media naranja que lleva toda la vida esperando.


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