La cuesta de enero puede hacerse más empinada de lo que creías y es casi una obligación cuidar nuestro planeta porque ¡no hay planeta B! Si quieres reducir la huella de carbono y además sanear un poco tu economía después de las fiestas, toma nota de estos trucos para ahorrar en calefacción ¡y sin pasar frío!
Mantén una temperatura constante
Los llamados golpes o picos de calor aumentan el gasto considerablemente así que lo mejor es mantener una temperatura constante una vez encendida la calefacción. La temperatura ideal es de 19º a 21º, ten en cuenta que aumentar solamente un grado eleva alrededor de un 8 % el gasto de energía así podrás controlar mejor tu próxima factura de la luz.
Si no cuentas en casa con un termostato programable puedes adquirir, no supone una inversión importante y el recorte de gasto energético a la larga te favorecerá.
Aprovecha la luz solar
Ventila a primera hora, antes de encender la calefacción, con 10 minutos es suficiente para renovar el aire y que se refresque el ambiente. Deja ya subidas las persianas y las cortinas descorridas para aprovechar el calor de la luz natural, sobre todo los días soleados de invierno.
Al atardecer, por el contrario, cierra las cortinas y baja las ventanas para que el calor acumulado en las horas diurnas no se pierda.
Evita las pérdidas de calor
Un buen aislamiento es una de las claves más importantes para ahorrar en calefacción, por ejemplo el doble acristalamiento reduce hasta un 50 % la pérdida de calor. Utiliza burlete en las puertas y ventanas que filtren aire y tapa las posibles rendijas por la que se cuela el frío con masilla o silicona.
Si tienes caldera con radiadores de agua recuerda purgarlos periódicamente. Purgar lo que hace es eliminar las posibles bolsas de aire que se crean dentro del radiador y que frenan el óptimo funcionamiento de la calefacción. Para expulsar ese aire gira la válvula de purgado y espera a que salga agua.
Utiliza ropa y deco adecuada
Si quieres ir por casa en manga corta y descalza por supuesto que tendrás que subir la temperatura de la casa para no quedarte como si te hubieras enfrentado a Elsa en Frozen. Necesitas ropa cómoda y calentita para estar en casa, así no será necesario tener tan alta la calefacción. Calcetines gordos o zapatillas de pelo, batas gustosas o pantalones de algodón y sudaderas son buenísimas opciones.
Elegir una decoración cálida para tu casa también ayuda a percibir el ambiente más caldeado, tonos teja, burdeos, mostaza, beige… alfombras, mantas… darán un toque de calor a tu hogar de forma inmediata. No te olvides de decorar también con velas, las velas aportan puntos de calor que elevan la temperatura ambiental de forma moderada y dan una sensación de calor reconfortante.
¡Dale al OFF!
No es necesario que mantengas todo el día abiertos todos los radiadores de tu casa, concentra el calor en aquellas estancias donde pases más tiempo y apaga los radiadores de las habitaciones en las que no hagas vida prácticamente. Incluso puedes cerrar algunos unas horas y encender otros y viceversa.
Aunque puedes mantener la calefacción a baja temperatura por la noche, el hecho de apagarla completamente va a hacer que durante al menos 8 o 10 horas (incluso más) tu contador deje de correr mientras la casa mantiene calor residual del día.
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