QUÉ HA PASADO
- Tahir toma la decisión de comprometerse con Mercan.
- Asiye da una gran suma de dinero a Nefes.
- Mustafá se convierte en la nueva obsesión de Eysan.
Vedat cree que teniendo a Yigit secuestrado y junto a él ha tomado el control de la situación. A lo largo del día, recibe la visita de Nefes y Tahir en el hotel donde se hospeda. Ambos le exigen de forma amenazadora que les devuelva al niño. El hombre, lejos de mostrarse compasivo, se burla de su actitud y ofrece a la joven un trato. “Te permitiré que veas a nuestro hijo y estés a su lado con una condición: deberás casarte conmigo. Tú mejor que nadie sabes que tu familia te entregó a mí, pero nunca llegamos a desposarnos. Querida, este es el momento”, dice con una sonrisa maliciosa. Antes de que ella pueda contestar, su acompañante la saca de la habitación y la lleva corriendo a ver a una abogada amiga suya para que les aconseje qué hacer.
Tras escuchar todo lo que le cuentan, Esma les promete que hará lo que esté en su mano para poder ayudarlos, pero les advierte que será un proceso difícil: “Vosotros intentasteis sacar al pequeño del país con un permiso con la firma falsa de su progenitor y eso empeora las cosas”. Sin embargo, la mujer no piensa rendirse, ya que tiene un motivo de peso para luchar en este caso: “Mi padre golpeaba a mi madre todas las noches. Yo crecí en un ambiente de violencia y no quiero que este niño tenga que vivir eso”.
Mercan sabe que su prometido no la ama
Por otro lado, Eysan está muy preocupada después de que su marido no haya pasado la noche en casa. El temor de que esté en peligro deja paso a la idea de que se halle con otra chica, lo que le provoca unos celos enormes. Al amanecer, lo ve llegar a su hogar acompañado de Fatiht. Cuando se acercan, ve que tiene un balazo en el brazo, aunque no parece importante. “¿Qué te han hecho? Dios mío, y yo pensando que me estabas engañando…”, dice. “Estoy bien, los hombres de Sayar nos atacaron”, miente Mustafá. Minutos más tarde, Murat llega con Nazar para que cure la herida al hombre.
Ajena a lo que le ha ocurrido a su primogénito, Saniye toma té en el piso de las Dağdeviren. En la sala habla alegremente con Türkan, su ya casi consuegra sobre los preparativos de la boda entre Tahir y Mercan. “Creo que debemos apurarnos con los detalles, tenemos la fecha de la ceremonia encima. Nos gustaría que fuera una gran fiesta”, explica la señora. La futura novia, que también se encuentra presente, escucha y asiente, sin decir ni una sola palabra. La joven sabe que su prometido está enamorado de otra y que su enlace es solo su forma de escapar de sus sentimientos. Así pues, planea destruir ese amor.
Eysan mantiene una tensa conversación con su primo
Cerca de allí, Eysan habla largo y tendido con su primo sobre sus perversos planes. “Siempre has sido una persona de venganza, de tomar lo que anhelas por tu mano y entiendo que quieras recuperar a la mujer con la que estás obsesionado, pero también hay negocios que atender, reacciona”, le comenta. Él no se toma nada bien la sugerencia y muestra su cara más violenta. “Tú no eres quien para darme órdenes. Recuerda que yo maté a ese hombre que te hizo tanto daño. Por protegerte cometí mi primer asesinato y eso me arrastró al infierno. Me debes la vida”, le espeta. “No se puede ir a un lugar tan terrible cuando al que se mata es el mismísimo demonio o peor”, responde ella dando por finalizada la conversación.
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